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Movimientos populares critican propuesta de Constituyente del Congreso en Brasil

La PEC 298 tornaría al actual Congreso Nacional responsable por cambiar la Carta Magna de 1988

Brasil de Fato | São Paulo |
Cámara de Diputados durante la elaboración de la Constitución Federal de 1988
Cámara de Diputados durante la elaboración de la Constitución Federal de 1988 - Archivo EBC

La Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) 298, presentada en la Cámara Federal el último día 15, viene siendo rechazada por segmentos populares. La medida sugiere convocar una Asamblea Nacional Constituyente para tratar la reforma política y electoral, lo que tornaría al actual Congreso Nacional en responsable por substituir la Carta Magna de 1988.

En contraposición, la sociedad civil organizada pide una Constituyente exclusiva, que consistiría en la elección de representantes solamente para elaborar una nueva Constitución.

Presentada por el diputado Rogério Rosso (PSD-DF), la PEC ya cuenta con firmas de respaldo de 172 parlamentarios. La propuesta está en la mesa directiva de la Cámara y debe ser enviada a la Comisión de Constitución y Justicia para evaluación de admisibilidad.

Según la propuesta, la asamblea se instalaría a partir de febrero de 2017 y funcionaría conforme el modelo unicameral, o sea, con una casa legislativa única formada por miembros de la Cámara y del Senado.

La revisión constitucional vedaría alteraciones en seis puntos específicos: el Estado democrático de derecho; la separación de los Poderes; el voto directo, secreto, universal y periódico; la forma federativa de Estado; los derechos y garantías individuales; y el pluralismo político.

Críticas

Para José Antonio Moroni, del consejo de gestión del Instituto de Estudios Socioeconómicos (Inesc), la propuesta sería una amenaza, especialmente por cuenta del aparato económico que domina el juego de fuerzas en el Legislativo federal.

“Esta PEC es todo lo que nosotros no queremos, porque transforma este Congreso, que fue electo por el poder económico y es el más conservador de las últimas décadas, en el poder constituyente. Eso es altamente perjudicial para quien quiere democracia y quiere enfrentar las distorsiones de nuestro sistema, como la sub-representación de las mujeres, de los indígenas y de la población negra. Lo que nosotros queremos es una Constituyente exclusiva y soberana”, afirma Moroni, que también es miembro de la Plataforma de Movimientos Sociales por la Reforma del Sistema Político.

En la misma línea, el abogado Ricardo Gebrim, de la Consulta Popular, destaca que la propuesta diseñada en la PEC 287 tiende a producir vicios que comprometerían la nueva Constitución.

“Si yo escojo alguien como un senador, por ejemplo, para elaborar el sistema político, es claro que él va a querer preservar las ventajas del Senado. Entonces, usted ya predetermina como será el nuevo sistema. Eso vicia y demarca, quitando la libertad y la autonomía soberana de una Constitución”, defiende.

Gebrim resalta además que la PEC reedita el modelo adoptado en Brasil durante el régimen militar. “La dictadura se rehusó a hacer una Constituyente exclusiva e hizo eso en la legislatura de 1982 a 1986, que contaba inclusive con senadores biónicos [que reciben mandato por nominación, sin haber sido electos], en la que fue aprobado que la próxima legislatura tendría poderes constituyentes”, rescata el militante, en referencia al proceso que llevó a la elaboración de la Constitución Federal de 1988.

Derechos sociales

Para Moroni, con la actual correlación de fuerzas del Congreso, la aprobación de la PEC representaría una amenaza más para inclinar la arena política contra los derechos sociales.

“Ninguno de los seis puntos que la PEC trae como inmutables hace referencia a esos derechos. La misma se refiere a los derechos individuales, por ejemplo, pero, en Brasil, los derechos sociales no están dentro de ellos. Entonces, esta propuesta viene para retirar derechos, y no para avanzar aquellos ya existentes”, critica el dirigente, citando amenazas a las políticas de acción afirmativa y a los derechos de indígenas y quilombolas.

Para el bancario y militante Rodrigo Almeida, la juventud es uno dos segmentos que podrían quedar más comprometidos con una eventual aprobación de la PEC 287.

“Desde el año pasado, los jóvenes vienen sufriendo mucho con todo este proceso, principalmente la juventud negra y pobre, porque está el ajuste fiscal, con cortes en la educación, las alteraciones en las leyes laborales, etc. Estas cosas afectan principalmente a quien está entrando en el mercado ahora. Si hiciéramos una Constituyente de la forma como está colocada en la propuesta, va a resultar lo mismo”, evalúa Almeida, de la coordinación nacional del Levante Popular de la Juventud, que reúne cerca de 7 mil integrantes por el país.

Crisis

Gebrim clasifica a la PEC 287 como un “golpe” de las elites directamente relacionado al actual escenario de crisis.

“Estamos viendo una vez más lo que el profesor Florestan Fernandes nos alertaba: hay una capacidad anticipatoria muy fuerte en la clase dominante brasileña. Percibiendo que la crisis se profundiza, que la propuesta de una Constituyente se va a acabar tornando una necesidad para romper todo este proceso, ellos intentan anticiparse y transformar el Congreso en Constituyente. Eso es golpe, no representa la soberanía popular”, declara el militante.

En su evaluación, la intensificación de la crisis enfrentada por el país está, poco a poco, haciendo con que los sectores populares perciban la importancia de una Constituyente exclusiva.

“Las personas comienzan a ver que es preciso devolver la soberanía al pueblo, y el camino para eso es una Constituyente amplia, soberana, que pueda discutir todo un conjunto de cuestiones, pero que sea electa por voto popular y con representantes exclusivos para discutir nuestros rumbos”, finaliza Gebrim.

Traducción: Pilar Troya

 

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