POLITICA

Lula y Dilma llevan multitud a inauguración de transposición del río San Francisco

Los ex-presidentes estuvieron en Monteiro, ciudad del interior de Paraíba, en un acto con más de 50 mil personas

São Paulo |
Multitud acompaña la caravana de ex-presidentes por la ciudad de Monteiro, en Paraíba
Multitud acompaña la caravana de ex-presidentes por la ciudad de Monteiro, en Paraíba - José Eduardo Bernardes / Brasil de Fato

Este domingo (19), día de San José, santo conocido y admirado por el pueblo nordestino por bendecir la región con la llegada de lluvia, el ex-presidente Luiz Inácio Lula da Silva y la ex-presidenta Dilma Rousseff, causaron una verdadera conmoción en Monteiro, en el interior del estado de Paraíba, al participar de una "Inauguración Popular de la Transposición del San Francisco".

Los dos visitaron, al comienzo de la mañana, el reservorio instalado en la ciudad, que almacena las aguas del río San Francisco, al final de los 270 kilómetros del Eje-Este de la transposición. En seguida, rodeados por una multitud, que disputaba cada gesto de los dos ex-presidentes, se dirigieron a la plaza central de Monteiro, donde cerca de 50 mil personas, según el Partido de los Trabajadores, esperaban a la comitiva.

El acto contó también con la presencia de senadores como Lindbergh Farias, Gleisi Hoffmann y Humberto Costa, todos del PT, además del gobernador de Paraíba, Ricardo Coutinho (PSB), y un gran número de diputados federales y estatales, que se turnaron en los discursos en defensa de las obras de transposición del río San Francisco y la defensa de la candidatura de Lula, en las próximas elecciones presidenciales, en 2018.

El petista ya declaró la disposición de concurrir al proceso e inclusive lidera los sondeos de intención de voto, divulgados este año. Pero el ex-presidente convive con lo que él llama "persecución" del Poder Judicial brasileño, que lo investiga en más de cinco procesos, tres de ellos en el ámbito de la operación Lava Jato.

"Padre de la transposición"

Las obras de la transposición fueron iniciadas en 2007, en la segunda gestión de Lula al frente de la presidencia – a pesar de haber sido sugerida ya en la época en que Brasil era Imperio y rechazada por diversos presidentes de la República.

"La transposición era una obra de conveniencia. Solo la defendían cuando necesitaban de votos", afirmó Lula.

El ex-presidente dijo que, con la transposición, "este pueblo pobre comenzó a tener esperanza", y recordó que, su infancia, en el sertão de Pernambuco, fue decisiva para que la obra fuese llevada a cabo.

"Yo no pensé en esta obra porque soy letrado. Yo pensé porque, cuando tenía siete años de edad, yo ya cargaba latas de agua en la cabeza, yo se lo que el pueblo sufre sin agua", apuntó Lula.

El senador Lindbergh Farias, defendió la "paternidad" de Lula en la transposición del San Francisco, la mayor obra hídrica de Brasil, que deberá beneficiar poblaciones del semiárido brasileño en los estados de Pernambuco, Paraíba, Rio Grande do Norte y Ceará.

"Lula levó mucha agua en la cabeza, sabe lo que es la sequía. El pueblo sabe que fue Lula quien colocó esa obra en el papel. Llega a ser ridícula esa posición de Temer", dijo el senador, en referencia a miembros del gobierno no electo de Temer, que trataron, durante la semana, de reivindicar celeridad en la entrega de la obra.

El viernes (17), el ministro jefe de la Secretaría General de la Presidencia, Moreira Franco, llegó a postear en Twitter, que la ex-presidenta "Dilma no consiguió entregar las obras" en seis años, mientras el gobierno no electo de Temer entregó en "seis meses".

Para la senadora Gleisi Hoffmann (PT), el evento de este domingo mostró al país, "que quien es el verdadero padre de la obra es Lula. De hecho, las personas vinieron aquí, llorando, emocionadas, para decir eso", dijo.

"Mucha gente vino a hablar conmigo, diciendo: 'oye, ellos tratan de engañar a la gente, pero la gente sabe que quien hizo esa obra fue Lula'", destacó la petista.

El cearense Junior Coutinho, 43 años, que trabaja en una ONG en el estado vecino, y vino hasta Paraíba, solo para acompañar el evento con Dilma y Lula, destacó que "la transposición de las aguas de Velho Chico trajo esperanza y aliento para todos nosotros nordestinos. Si Dios quiere, cada vez más, Brasil va a reconocer el trabajo de ese gran nordestino [Lula] para el Nordeste y para Brasil.

Pedro Limeira, paraibeño de 46 años, servidor público, afirmó que "si existe un padre para esta obra es Lula. Dilma dio continuidad y Temer apenas inauguró", dijo. "La figura de Lula es una figura emblemática y no es de hoy, Temer es el extraño en el nido", completó el servidor.

Liberación

El gobernador de Paraíba, Ricardo Coutinho (PSB), destacó que la transposición del San Francisco es la "obra del siglo".

"Tal vez pocas personas en Brasil tengan noción de lo que es esta obra. En 40, 60 días, 1 millón de paraibeños estarán bebiendo de ella. Es una obra que va a dar capacidad de desarrollo a la economía del semiárido nordestino", afirmó.

Coutinho apuntó, sin embargo, que para él, el mayor legado de la obra "es hacer que el coronelismo sufra su más duro golpe", en la región.

Según el gobernador, "las personas no imaginan lo que ha sido, a lo largo de este camino, el dominio de las oligarquías, a través de la lata de agua, de la tierra que no se podía cultivar. Y eso significa liberación, que significa, inevitablemente desarrollo", completó.

Lula advirtió al gobernador de Paraíba, para que él impida que "hacendados se tomen toda el agua solo para ellos, con bombas. Este proyecto tiene función social", dijo.

Elecciones

Durante su discurso, la ex-presidenta Dilma Rousseff recordó que el Partido de los Trabajadores va a disputar las elecciones de 2018, para "restablecer la democracia" en el país.

Después de sufrir el impeachment durante su gestión, el año pasado, Dilma afirma que es preciso tener "cuidado" en el proceso electoral del próximo año.

La presidenta instó a todos a buscar el retorno de la democracia y destacó: "Que ellos no vengan a impedir candidaturas legítimas", dijo.

María da Silva, 59 años, que aprovechó el evento para vender bebidas, también espera contar con Lula, en 2018.

"Nosotros estábamos esperando que esto aconteciese [el evento de inauguración de la obra con Lula]. Yo ya voté por Lula dos veces, voté por Dilma también. Y él va a ser presidente de nuevo y yo voy a votar por él, no solo yo, sino toda mi familia", garantizó.

En relación a una posible candidatura en 2018, Lula dijo, en tono emocionado, no saber cuanto tiempo aun tiene de vida, "pero lo que tenga, es para traer dignidad a este pueblo brasileño". El ex-presidente dijo también que desea "que el pueblo nordestino sea tratado en pie de igualdad, que aquí tenga magísteres y doctores, que tenga universidades", completó.

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Traducción: Pilar Troya

Edición: Vivian Fernandes