El presidente golpista, Michel Temer, anunció la extinción de la Reserva Nacional de Cobre (Renca), localizada entre los estados de Pará y Amapá en la región norte de Brasil. La medida posibilita la explotación minera por parte de la iniciativa privada y pone en riesgo poblaciones tradicionales y pueblos ancestrales que viven en esa área.
En el análisis de Jackson Dias, integrante del Movimiento de Afectados por Represas (MAB por sus siglas en portugués), la Reserva Nacional de Cobre será otra reserva más explotada por grandes empresas multinacionales, como es el caso de Carajás, el gran yacimiento de hierro en Pará, controlado por la empresa Vale S/A, empresa multinacional brasileña. "El Presidente de la República entregará [la reserva] a las grandes empresas mineras. Es una gran reserva de oro en Brasil y la extracción de oro es realizada sobretodo por grandes empresas internacionales, principalmente canadienses", explica.
Según Dias, hasta marzo de este año fueron presentados 185 requerimientos de estudios de minas de oro y seis requerimientos de minas de niobio en la Reserva Nacional de Cobre.
La reserva alberga nueve áreas protegidas donde viven comunidades tradicionales, como ribereños y extractivistas, además de dos territorios indígenas. La extracción minera está prohibida en territorios de pueblos ancestrales. No obstante, la medida podrá reabrir nuevamente esta discusión en en Congreso Nacional, posibilidad que preocupa al antropólogo Luís Grupioni, que vivió diez años en la región de la Reserva.
"La ley necesita ser aprobada en el Congreso Nacional y tal como van las cosas, nada lo impide. Nosotros calculamos que puede ser aprobada pronto, porque la bancada ruralista [como es conocido el Frente Parlamentario Agropecuario, asociado a los intereses del agro negocio] y el agro negocio tienen una fuerza muy grande en el gobierno", dice Grupioni. Él observa que el aumento del flujo migratorio es otro problema que puede ocurrir. Para él, los servicios públicos, que ya son precarios para la población local, podrían sufrir un colapso: "El estado tiene una presencia escasa en esa región y en los pequeños municipios de Amapá, con atención precaria y sin recursos. La posibilidad de un nuevo flujo migratorio, con una cantidad importante de personas llegando, impactará aún más los servicios, pues si ya son precarios, se volverán aún más débiles".
La Reserva Nacional de Cobre fue creada en 1984 durante la dictadura militar y posee una extensión de 47 mil kilómetros cuadrados en la Amazonia. El área equivale al estado de Espirito Santo y tiene alto potencial en oro, cobre y otros minerales.
