Especial | Noviembre 2.0

Día de la Conciencia Negra: narrativas de resistencia hoy

El muchacho del barrio periférico que a través del rap cuenta historias de esclavos tratados como reyes por haber matado al dueño del ingenio azucarero. La mujer de piel negra que lucha desde hace 20 años contra los vehículos celulares de la polícia, que son los actuales barcos negreros. El sacerdote que presenta al candomblé como territorio de los marginados donde habitan reyes y reinas.

El militante de cabello entrecano listo para la próxima revolución. La artista que generó un territorio negro en la ciudad de São Paulo. El músico e historiador que cuenta la historia de Brasil a partir de la narrativa de los pueblos afrodescendientes en el país. La educadora popular que se apresura a presentar libros a los jóvenes antes de que los encuentren los proyectiles policiales. La escritora afro indígena con su poesía combustible para la resistencia.

Las personas mayores afirman que todos los cuerpos negros son territorios vivos de resistencia. Cuerpos que cuentan historias.

El especial de Brasil de Fato “Noviembre 2.0: narrativas de resistencia hoy” presentado el 20 de noviembre, Día de la Conciencia Negra en Brasil presenta esas historias. Sin olvidarse de que “nuestros pasos vienen de lejos”, como escribió Jurema Werneck, este especial habla sobre los nuevos modos de conectarse, de las narrativas de ayer y hoy, de los modelos contemporáneos de coparticipación.

Rosangela Martins, Cláudia Canto, Miriam Duarte, Amailton Magno, Milton Barbosa, Pai Sidnei y Rincon Sapiência nos enseñan, cada uno a su modo, un poco de sus territorios de resistencia.

Rincon Sapiência, el Manicongo

Danilo Albert Ambrosio crea historias con su música que nada tienen de irreales. Él crea narrativas de resistencia bajo el alias de Rincon Sapiencia.

A punto del lanzamiento de su nuevo disco Galanga Livre, Rincon tiene plena conciencia de que sus canciones captan lo que hay de efervescente en las comunidades de afrodescendientes y en las periferias.

Apasionado por el fútbol, habitante de la periferia del extremo este de la ciudad de São Paulo, Rincon se acuerda de los rostros, los nombres y apellidos de los niños que reproducían actitudes racistas en la infancia. “Siempre he reconocido el racismo, siempre supe que ser negro era algo bueno, que hay que tener orgullo de ser negro, pero aprender a defenderse demora un poco más”, cuenta.

Con ritmo certero y sagacidad en las letras, las canciones de Rincon tienen su valor también por ser un registro histórico. Sus videoclips documentan e influencian a la juventud negra con pelo afro, turbantes y gorras. Jóvenes de periferias coloridas que no se callan para encarar al racismo. La resistencia afrodescendiente y de las periferias y el espíritu de las calles fundamentan la labor del músico.

Mujer, negra y periférica

De las periferias brasileñas también surge la resistencia al encarcelamiento en masa, que es señalado por la militante Miriam Duarte como una de las principales amenazas de la población negra. “Mujer, negra y periférica”, así se presenta la educadora social que desde 1998 enfrenta al sistema penitenciario tras haber sufrido al asesinato de dos de sus hijos y el encarcelamiento del otro.

Miriam considera que el encarcelamiento excesivo es el resultado de una política genocida que quita la libertad y asesina a los pobres y a los afrodescendientes. Según el Informe Nacional de Información Penitenciaria de 2014, los afrodescendientes representan un 64% de la población penitenciaria en el país. Miriam discorda con los números presentados por el informe. Para ella, que convive con el sistema penitenciario desde hace casi una década, no hay blancos en las cárceles brasileñas.

"La importancia de hablar sobre el tema del encarcelamiento es mostrar que el encarcelamiento tiene color y clase social en Brasil: los pobres, negros, periféricos. La pena por ser pobre, negro y periférico es irse la cárcel”, sentencia.

A principios de los años 2000, la banda O Rappa cantaba que “todo camburão tem um pouco de navio negreiro”, en la traducción, el verso de la canción quiere decir que todos los vehículos celulares tienen algo de barcos negreros. Esa es una visión compartida por Miriam, que afirma que el encarcelamiento no rehabilita a nadie.

El Ilê

Si la cárcel representa la senzala contemporánea [en alusión a la vivienda de los esclavos en las haciendas del país en el período colonial], como afirma Miriam, fue por haber salido de las senzalas hace 130 años que se persigue a los afrodescendientes, según Pai Sidnei de Xangô.

El doctor en Semiología y Lingüística por la Universidad de São Paulo (USP) y sacerdote de la Comunidad de Comprensión y Restauración Ilê Àse Sàngó, localizada en el municipio de Suzano en la región metropolitana de São Paulo, afirma que la sociedad actual está tomada por el odio y por la necesidad de destrucción de lo diverso.

Para él, Olodumare, la divinidad suprema del candomblé, hizo la naturaleza diversa. “Y ahora se puede preguntar por qué las personas no consiguen aceptar esa naturaleza diversa. Yo sé la respuesta. Porque hemos salido de la senzala y ellas no pueden soportar que nos mezclemos con ellas en la sociedad”, afirma.

El sacerdote considera el candomblé como un sitio de existencia, resistencia y elaboración para la población afrodescendiente. El local donde, en el pasado, se devolvió la humanidad a las personas afrodescendientes tras su traslado forzado del territorio africano al continente americano y que hoy representa la devolución de la negritud para muchos.

Sidnei considera que la persecución a las religiones de matriz africana es racismo religioso y forma parte del proyecto de genocidio que intenta diezmar y usurpar todo lo que pertenece al pueblo negro. Entonces el candomblé representa el espacio que recibe y acoge a todos los tipos de marginalidad.

Además, afirma que el terrero, el ilê [lugar donde se celebran las ceremonias del candomblé], es un espacio de empoderamiento femenino, algo que la sociedad machista no soporta. “En la ideología judía y cristiana solo hay dos roles para las mujeres: madre y esposa. Pero en el candomblé hay muchas reinas y diosas y se afirma que la mujer puede ser cazadora, amante, soltera, hechicera, seductora...Eso es insoportable para los conservadores”, cree. Sin embargo, las religiones de matriz africana siguen resistiendo al racismo religioso a lo largo de los siglos.

Luzia, reproducir la ancestralidad

Si para el sacerdote Pai Sidnei de Xangô la sociedad racista no soporta ver un territorio donde negros y negras son “reyes y reinas”, imagínese lo que sienten los racistas ante los territorios de resistencia que surgen en las ciudades. Como la asociación cultural Aparelha Luzia, localizada en el centro de la ciudad de São Paulo y considerada un “quilombo urbano” en referencia a las comunidades ancestrales que agrupan afrodescendientes, hay otros espacios en la ciudad que son “cosas de negros”. En la periferia de la zona este de São Paulo, entre los barrios Penha y Vila Matilde, nace un nuevo territorio negro: la Casa Preta [preto significa negro en portugués, en referencia al color].

En la dirección del espacio están la pareja Luzia y Almir Rosa, ambos actores, escritores y compositores. Luzia recibe el reportaje de Brasil de Fato en el espacio dedicado a la experiencia artística.

Los detalles del espacio tienen su historia centrada en los aspectos de la cultura negra. Luzia es el nombre dado a un esqueleto encontrado en Minas Gerais, considerado el fósil más antiguo encontrado en América (doce mil años), que comprobaría la posibilidad de existencia de personas de origen africano en Brasil antes incluso del tráfico que sostenía la esclavitud en el país.

De su nombre a su familia, Luzia es fruto de la conciencia racial de su tiempo. Su abuela fue la primera alumna afrodescendiente de la carrera de Filosofía de la Universidad de São Paulo. Hace décadas, su padre y su madre se vestían con ropas africanas como modo de demostrar su conciencia racial. Luzia fue creada en la afirmación de la negritud y la Casa Preta asimila toda esa historia ancestral.

“Yo siempre digo que la Casa Preta es una tierra fértil, representa la posibilidad de cultivar todas las semillas que sembré y que ya empiezan a dar fruto”, cuenta. Pero resalta que aún hoy es muy difícil encontrar locales pensados para la población negra y dirigidos por personas negras.

La Casa Preta recibe pequeños conciertos, saraos, piezas teatrales, tertulias. “El espacio no es exclusivo para las personas negras, pero surge a partir de la nuestra resistencia en este local”, cuenta.

Derecho al conocimiento

Los llamados “quilombos urbanos” son muy importantes toda vez que escuchar las narrativas de resistencia de la población negra todavía es algo muy difícil. En el pasado, se consolidó en el imaginario de la población en general que las y los negros habían esperado su liberación pasivamente.

Sobre ese imaginario, Amailton Magno Azevedo, profesor de Historia de la Pontificia Universidad Católica de São Paulo (PUC-SP) y músico, nos cuenta que el mayor número de revueltas e insurrecciones en el período esclavista en las Américas ocurrió en Brasil.

Según él, los principales mecanismos de defensa de la población negra adoptados en periodo de la esclavitud y pos esclavitud fueron la organización de los quilombos, las insurrecciones, el envenenamiento de los señores de ingenio, el suicidio, la paralización de los ingenios azucareros y el aborto de las mujeres esclavizadas violadas por los dueños de los ingenios. Además, está la resistencia cultural con el arte, la música y la religión.

El profesor destaca el surgimiento de los movimientos negros, con la creación de la Prensa Negra en el siglo XIX, la creación del Frente Negro Brasileño en los años 30; el Teatro Experimental del Negro, liderado por Abdias do Nascimento [actor, dramaturgo, escritor y poeta brasileño]; la creación del Movimiento Negro Unificado (MNU), entre otras manifestaciones que confrontaban la narrativa de un Brasil mestizo y armónico.

Azevedo señala las actuales expresiones artísticas de resistencia como el rap y el funk y el feminismo negro contemporáneo como creadores de una nueva narrativa política.

El libro como armadura

Amailton Azevedo también afirma que “cabe recordar que el tema de la educación nunca dejó de ser parte de los temas de lucha de los movimientos negros”.

Como continuidad de ese legado, Rosangela Martins, abogada y educadora de la red de cursos populares de preparación para los exámenes de admisión a la Universidad, la UNEAFRO, desarrolla su trabajo a partir de los cambios que la educación puede generar.

Según ella, aun en la primera infancia las y los niños conocen el racismo, sin embargo, la mayor parte de sus alumnos adquieren conciencia racial en las clases administradas en la UNEAFRO.

Presentar los libros a los jóvenes no es una tarea fácil. Rosangela afirma que sufre muchas pérdidas en la disputa contra la violencia estructural expresada en la violencia, en el trabajo precoz, en el tráfico de drogas, entre otros factores.

Para aquellos que sobreviven, convivir con el racismo es algo inevitable. “Sea para ir a la universidad y permanecer allí, para producir conocimiento académico, sea para acceder al mercado laboral y obtener reconocimiento profesional: en todo eso se enfrentarán al racismo”, cuenta.

Nuestros pasos vienen de lejos

Rosangela también forma parte de la Marcha de Mujeres Negras, uno de los movimientos negros citados por Milton Barbosa, fundador del Movimiento Negro Unificado (MNU), como uno de los procesos fundamentales para la resistencia negra actualmente.

“Hoy la resistencia negra viene de muchos sectores, de los trabajadores, de la cultura, de movimientos como la Marcha de las Mujeres Negras, el Frente Alternativo Negro [Frente Alternativa Preta, en portugués], la red de cursos cursos populares de preparación para los exámenes de admisión a la universidad como la EDUCAFRO y la UNEAFRO, el Núcleo de Conciencia Negra de la Universidad de São Paulo, las y los religiosos de matriz africana, entre otros. Vivimos un momento próspero e importante en la resistencia y en la ofensiva contra aquellos que intentan oprimirnos”, señala.

El Movimiento Negro Unificado tiene una intensa historia de resistencia. Iniciado en julio de 1979, cambió el modo de enfrentar el racismo y la discriminación racial en el país, como explicó Milton en artículo en portugués, “saliendo de las aulas, debates y actividades lúdicas a las acciones de confrontación, escribiendo panfletos, periódicos, organizando actos públicos y creando núcleos organizados”.

Las letras que trenzan la resistencia

La construcción de narrativas de libertad también se expresan en la producción artística contemporánea. La escritora Claudia Canto presentó recientemente su nuevo libro “Riqueza Ignorada”, en que cuestiona lo que es la riqueza para las personas más pobres.

Ser escritora es su modo individual de resistencia, lo que afecta al conjunto de la sociedad al construir nuevas narrativas sobre lo que significa ser pobre, negra y periférica. “Ser una mujer negra, indígena que se atreve a escribir es un desafío. Porque escribir es un atrevimiento. A nosotros no nos dieron ese amparo, pero el conocimiento es la única cosa que nos libera”, considera.

Claudia es una mujer negra libre disputando las narrativas de dominación que se atreve a hablar de libertad. “Mi literatura es el único momento que tengo para ser libre”.

Alimentar la resistencia, crear nuevos modos de luchar, organizar territorios de resistencia contemporáneos, conectarse, compartir. En las resistencias de ayer y de hoy, en la actual coyuntura tras el golpe de Estado, es necesario pensar sobre los 365 días de resistencia de negras y negros en Brasil.

Más que crear una conciencia negra individual, el espíritu de la poesía musical de Rincon Sapiência alimenta la existencia de una conciencia negra colectiva: "Crespos tão se armando. Faço questão de botar no meu texto, que pretas e pretos estão se amando. Os preto é chave, abram os portões!". Traducción: “Los afros están armándose. En mi texto insisto en que negros y negras están amándose. Los negros son la llave, ¡abran el portón!

Textos: Juliana Gonçalves | Vídeos: Juliano Vieira e Marcelo Cruz | Ilustraciones: Wilcker Morais | Coordinación de arte: José Bruno Lima | Edición y coordinación en portugués: Simone Freire | Traducción al español: Luiza Mançano | Edición en español: Pilar Troya | Coordinación en español: Vivian Fernandes