El ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva concedió una entrevista exclusiva por primera vez desde que salió de la cárcel el 8 de noviembre. La entrevista fue concedida a los periodistas Fernando Morais, Aline Piva y Ana Roxo del portal Nocaute.
“Después de leer mucho sobre la esclavitud, defiendo la tesis de que hay que volver a contar la historia de Brasil. Los verdaderos héroes no salen en las fotos. Son anónimos. Porque fueron decapitados, ahorcados, y no aparecen en las fotos”, afirmó el líder del Partido de los Trabajadores.
Él mencionó revueltas como La Cabanagem y la resistencia del quilombo dos Palmares liderada por Zumbi y Dandara, Lula resaltó que hay que contar la riqueza de la historia brasileña a los jóvenes: “Los chiquillos conocen más la historia de la Revolución Rusa que las luchas realizadas aquí en Brasil”.
El ex mandatario reafirmó a los periodistas su espíritu de rebeldía y dijo que viajará por todo el país para luchar por el fortalecimiento del Partido de los Trabajadores (PT), de las luchas sociales y de la izquierda latinoamericana.
Lula también habló sobre las maniobras del Congreso en contra de su liberación después de la condena en segunda instancia, los próximos pasos de la actuación del PT, las alianzas con otros partidos progresistas, la crisis política en América del Sur y las estrategias del gobierno Bolsonaro.
A continuación algunos fragmentos de la entrevista.
A las calles
El ex mandatario afirmó que irá a las calles para unir a la izquierda que, en su análisis, está con la moral baja. “No sé por cuanto tiempo voy a poder viajar por este país, pero lo voy a hacer. Es lo que sé hacer: discutir política con el pueblo y levantar la moral de la tropa. La tropa está con la moral muy baja”, afirmó.
Lula también garantizó que enfrentará el gobierno de Bolsonaro dialogando con el pueblo. “Bolsonaro gobierna con fake news, con mentiras, mientras su ministro Paulo Guedes aprovecha para vender el país, el patrimonio del pueblo, lo están desmantelando. Mi papel es hablar con el pueblo. Que no me pidan paciencia con Bolsonaro, ni con Moro o Dallagnol”.
Segunda instancia y Corte Suprema
Lula afirmó que espera que el Congreso Nacional tenga responsabilidad al analizar las maniobras que constan en Propuestas de Enmienda a la Constitución (PEC) y Proyectos de Ley (PL) que discuten la prisión después de la condena en segunda instancia.
“Una Constitución no es un boletín, un manuscrito, una cosa que se puede romper en pedazos o tirar a la basura. Desgraciadamente hay una degeneración de las élites brasileñas que ahora creen que la Constitución representa un atraso para el país. Espero que el Congreso tenga la grandeza de no anular la cuestión”, comentó
También expresó que espera que el Supremo Tribunal Federal (STF) reconozca su inocencia.
“Espero que la Corte Suprema reconozca su papel de garantizar el cumplimiento de la Constitución y analizar mi proceso. No pido un favor a nadie. Lo que quiero es este país vuelva a la normalidad, hay que anular mi proceso y castigar a los responsables”.
América Latina
Lula afirmó estar siguiendo atentamente la situación gubernamental de los países vecinos. Él afirmó que aunque se preocupa por la amenaza estadounidense, sería importante que haya alternancia de poder, al mencionar las elecciones de Alberto Fernández.
“No hay ningún partido que pueda gobernar para siempre. Creo que es bueno para la democracia que haya alternancia. Lo que tenemos que probar es que la derecha es incompetente en lo que se refiere a los problemas principales del país, que es la calidad de vida de su pueblo”.
Para el ex mandatario brasileño, hay una evidente injerencia de Estados Unidos en las políticas de los países latinoamericanos. “Estoy convencido de que los americanos decidieron volver a transformar Latinoamérica en su patio trasero”, afirmó.
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Antecedentes
Lula salió de la cárcel el 8 de noviembre de este año, después de 580 días de prisión política en la sede de la Policía Federal en Curitiba.
Su liberación ocurrió en el marco de la decisión del Supremo Tribunal Federal (STF) que determinó el jueves 7 de noviembre que la prisión de un acusado sólo puede ser autorizada después de agotar la apelación en todas las instancias, lo que no ha sucedido en el caso de Lula.
