Este lunes 12 el Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil realiza la ceremonia de oficialización del presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva (Partido de los Trabajadores, PT) y del vicepresidente Geraldo Alckmin (Partido Socialista Brasileño, PSB). Ambos recibirán un diploma que acredita, ante el Congreso Nacional, que están habilitados para asumir y ejercer el mandato determinado en las elecciones democráticas.
Este año el evento cobra aún más simbolismo ante las manifestaciones golpistas que ocurren en redes sociales y frente a cuarteles militares, además de las teorías conspirativas en torno a la figura de los dos vencedores. Con la entrega de este documento, Brasil reafirma la normalidad institucional y democrática.
Se reforzará el esquema de seguridad, con acceso limitado a invitados e invitadas. El acceso al plenario, sin embargo, será restringido a una parte de ese grupo, que deberá seguir la ceremonia a través de las pantallas gigantes instaladas en los auditorios y en el salón principal de la Corte.
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Con presencia limitada por vehículo, los periodistas no tendrán acceso a ciertas áreas. Se esperan discursos de Lula, Alckmin y del presidente del TSE, ministro Alexandre de Moraes.
La oficialización se realiza siempre después de finalizada la votación, el cómputo de votos y la expiración de los plazos para cuestionar y tramitar el resultado de las elecciones. La ceremonia marca el final del proceso electoral.
Esto significa que ya no es posible interponer acciones de investigación judicial electoral. La ley prevé asimismo la posibilidad de que las entidades de control electoral soliciten una verificación extraordinaria antes del 5 de enero. Una solicitud de esta naturaleza ya fue presentada por el Partido Liberal (PL), el partido de Jair Bolsonaro, pero el TSE negó la contestación.
El tribunal consideró que la petición que demandaba la anulación de la segunda vuelta de las elecciones tenía como objetivo “perturbar el propio régimen democrático brasileño”. El PL recibió una multa de más de 22 millones de reales (aprox. 4 millones USD) por litigio de mala fe.
Toma forma el gobierno
Días antes de la ceremonia de oficialización, Lula anunció los primeros cinco ministros del nuevo gobierno. Por el Ministerio de Defensa, José Múcio Monteiro; en Hacienda, Fernando Haddad (PT); por la cartera de Justicia y Seguridad Pública, Flávio Dino (PSB); en el Ministerio de Relaciones Exteriores, Mauro Vieira; y en la Casa Civil, Rui Costa (PT).
El presidente electo había informado que solo divulgaría nombres después de la ceremonia. Sin embargo, las carpetas elegidas para el anuncio previo son estratégicas y envían mensajes importantes sobre cómo se conducirán las áreas de mercado, Fuerzas Armadas, seguridad y articulación política.
