Después de cuatro años bajo el mando de la extrema derecha, la política exterior de Brasil respira nuevos aires. Los nuevos lineamientos pueden percibirse en la estructura interna del Ministerio de Relaciones Exteriores brasileño, conocido como Itamaraty, así como en las primeras decisiones del órgano en el recién inaugurado gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva y ahora encabezado por el ministro Mauro Vieira.
El martes 3, el nuevo ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben-Gvir, visitó el complejo de la mezquita Al-Aqsa, en Jerusalén. El gesto del político del partido Poder Judío, que forma parte del gobierno de extrema derecha de Benjamin Netanyahu, fue considerado una provocación por parte de las autoridades palestinas, que calificaron a Ben-Gvir de "extremista".
En una nota, Itamaraty afirmó: "Las acciones que, por su propia naturaleza, incitan al cambio del estatus de los lugares sagrados en Jerusalén constituyen una violación del deber de velar por el entendimiento mutuo, la tolerancia y la paz".
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"Brasil reitera su compromiso con la solución de dos Estados, con Palestina e Israel conviviendo en paz, seguridad y dentro de fronteras mutuamente acordadas e internacionalmente reconocidas. Con ese propósito, el gobierno brasileño exhorta a ambas partes a abstenerse de acciones que afecten la confianza mutua necesaria para la urgente reanudación del diálogo con miras a una salida negociada del conflicto", destacó también el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil.
La postura difiere de la adoptada por las autoridades durante el gobierno de Jair Bolsonaro. Al inicio de su mandato, Bolsonaro intentó trasladar la embajada de Brasil en Israel de Tel-Aviv a Jerusalén, lo que imitaría al entonces gobierno de Donald Trump en Estados Unidos. Tel-Aviv es la sede de las representaciones diplomáticas extranjeras en Israel, mientras que tanto israelíes como palestinos reclaman a Jerusalén como la capital de su Estado.
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Ante la presión de los países árabes y sus contratos masivos con el agronegocio brasileño, el plan de Bolsonaro nunca se concretó.
La más reciente posición brasileña sobre Israel disgustó al diputado federal Eduardo Bolsonaro. En sus redes sociales, el congresista criticó la medida.
Pacto de la ONU
Otro cambio es el regreso de Brasil al Pacto Global para la Migración Segura, Ordenada y Regular. La iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) establece metas y compromisos para buscar fortalecer los derechos de las personas migrantes, como la sugerencia de que los países no distingan entre migrantes con la documentación necesaria y aquellos que huyen de situaciones de conflicto sin la documentación necesaria para ingresar a un nuevo país.
"El regreso de Brasil al Pacto refuerza el compromiso del Gobierno brasileño con la protección y promoción de los derechos de más de 4 millones de brasileños que viven en el exterior", dijo el Itamaraty en una nota este jueves 5.
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Al anunciar la salida de Brasil del Pacto Global en 2019, una medida aprobada por la ONU con el voto de 152 países, el entonces canciller Ernesto Araújo afirmó que la migración "no debe ser tratada como una cuestión global".
Araújo también fue partidario de teorías conspirativas como que la covid-19 sería el "comunavirus" y que existe un supuesto "marxismo cultural".
Mujeres en el poder
También se registran cambios relevantes en el organigrama de Itamaraty. La embajadora Maria Laura da Rocha fue juramentada como la primera Secretaria General de Relaciones Exteriores en la historia del país. En su discurso, Rocha destacó que Itamaraty recreará el Comité de Raza y Género, que había sido cerrado por la administración bolsonarista.
"Como la primera mujer en ser nombrada Secretaria General, no escatimaré esfuerzos para mostrar lo que gana la Casa en múltiples dimensiones al valorar a sus funcionarias mujeres y la diversidad de su personal. El objetivo de la igualdad de género debe planear sobre todas las acciones del Ministerio, orientando en todo momento la actuación de cada uno de nosotros. Todos saldremos ganando con este compromiso. Es necesario profundizar en la tendencia de incrementar el número de mujeres y de negras y negros en la carrera diplomática y en puestos de dirección, ampliando sus oportunidades en las clases superiores de la carrera y en puestos de mando en la Secretaría de Estado y en el extranjero", afirmó Rocha.
Edición: Nicolau Soares e Flávia Chacon
