Violencia

Brasil es el cuarto país de periodistas muertos durante el ejercicio de la profesión

Según el ranking 2016 de la ONG Reporteros sin Fronteras, 47 profesionales fueron asesinados alrededor del mundo

São Paulo (SP) |
Cinegrafista Santiago Andrade murió cubriendo una protesta en Rio de Janeiro en el 2013
Cinegrafista Santiago Andrade murió cubriendo una protesta en Rio de Janeiro en el 2013 - Reproducción

De acuerdo con el ranking divulgado en el portal de la ONG francesa Reporteros sin Fronteras (RSF), Brasil se ubica en el cuarto lugar en muertes de periodistas durante el ejercicio de la profesión. Con cuatro muertes de periodistas en lo que va del 2016, el país se ubica detrás de México, que contabilizó 12 muertes; de Siria (7) y Yemen (5).

Según el ranking, fueron 47 periodistas muertos alrededor del mundo en 2016, y 145 presos, 22 de ellos en Egipto. Los datos de muertes fueron colectado por RSF desde el año 2002.

En el 2015, la ONG contabilizó 81 periodistas muertos, siendo que Irak ocupó la primera posición, con diez muertos. El año pasado, Brasil registró seis muertes de periodistas, quedando en el quinto lugar del ranking.

João Valdecir de Borba, que trabaja en Radio Difusora AM; Manoel Messias Pereira, del Blog Se Diverte; João Miranda do Carmo, de SAD Censura; y Maurício Campos Rosa, del periódico O Grito, fueron los periodistas brasileños muertos a lo largo del 2016 hasta el día de hoy.

En otro ranking sobre libertad de prensa, actualizado anualmente por al ONG, Brasil quedó en 99º lugar en 2015. El país ha caído en el ranking dede el 2002, cuando obtuvo su mejor posición (54º). En América del Sur, apenas Venezuela (139º), Colombia (134º) y Paraguay (109º) están atrás de Brasil en este tema.

El ranking, basado en una consulta a periodistas de 180 países sobre libertad de prensa y violencia, está disponible en formato de mapa en el portal de RSF.

Según los periodistas brasileños consultados por la ONG, la corrupción es el principal factor de la falta de libertad de expresión en el país.


Traducción: María Julia Gimenéz

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