Violencia

Mujeres que visibilizan temáticas de sexualidad en redes sociales sufren ataques y amenazas

Internet no es un mundo en el que todo vale: el Derecho Penal brasileño también se aplica al entorno digital.

Brasil de Fato | São Paulo (Brasil) |
La forma en que estas mujeres intentan protegerse es bloqueando los perfiles de los que provienen los ataques. - Foto: Álvaro Henrique / Secretaria de Educação do DF

Las mujeres que utilizan las redes sociales para abordar temas relacionados con el sexo y la sexualidad sufren comentarios y amenazas que pueden ir más allá del entorno virtual. Este es el caso de Marília Cecília Mansur, de 42 años, quien fue víctima de una agresión física y luego de una represalia moral.

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En Instagram y Youtube, Mansur, quien es actriz y terapeuta sexual, habla sobre salud y educación sexual, abordando temas como la higiene masculina y femenina, el orgasmo, la masturbación, la libido, entre otros.  

"Camuflada como una pelea vecinal, fui agredida físicamente y sufrí daños morales. Hoy tengo un proceso judicial todavía en curso bajo secreto legal. Pero, dentro del proceso, todo lleva a creer que lo que pasó se debe a la indigestión que causa mi trabajo", dice Mansur. En sus palabras, hay "un odio mortal hacia lo que hago y lo que represento. Esto causó un profundo daño moral".  

Su trayectoria profesional comenzó en 2013, y los primeros gestos discriminatorios vinieron de sus propios familiares. “Cuando les mostré los cuentos eróticos me dijeron que 'me contagiaría de SIDA' y que lo que hacía no tenía ningún sentido”, recuerda Mansur. 

En 2017, estrenó el programa Gostôsa – una experiencia sobre lo erótico femenino. Fue entonces cuando Mansur se topó con varios problemas, entre ellos, que las mujeres no pueden hablar sobre placer y sexo, además de la sumisión femenina al placer masculino.

"Empecé a producir materiales enfocados en la liberación, saliendo un poco de la performance. Quería contenidos en los que pudiéramos hablar sobre sexualidad de una manera más conectada con la naturaleza, de una manera natural. Mi trabajo es hablar del placer sin tabúes". 

De los cuentos eróticos y los espectáculos al uso de las redes sociales como plataforma de trabajo, los ataques, como comentarios ofensivos e incluso el envío de imágenes obscenas, nunca han cesado. De hecho, Mansur cree que solo se están intensificando.

"Ese odio es como una enfermedad. Parece una distorsión de la realidad. No sabemos cómo va a decantar todo esto. Pero es peligroso, la cultura del odio vino para destruir. Ya no estamos hablando solo del público. Estamos hablando de personas que interfieren en la vida de los demás", dice la terapeuta. 

Karine Dalsin, de 42 años, doctora en Sociología y Antropología del Consumo y creadora del proyecto Ni santa ni puta, afirma que el contexto de crisis política, económica y moral intensifica los ataques a las mujeres.

"No es que esta persecución me sorprenda, porque tampoco es algo nuevo en la historia de la humanidad. Si miramos más allá de lo que está sucediendo en el contexto específico de Brasil, vemos que, históricamente, la voz de los conservadores y la violencia contra las mujeres aumentan invariablemente en los tiempos de crisis política y económica", dice Dalsin. 

Antes de trabajar en Instagram, Dalsin tenía un canal en YouTube donde hablaba sobre el proyecto, cuyo objetivo es mostrar, desde el humor, las maneras en las que se utilizan las imágenes de "santa" y "puta" para estigmatizar el comportamiento de las mujeres. 

En repetidas ocasiones, Dalsin recibió ataques "canallas y obscenos" en el mundo virtual, e incluso fue amenazada de violación. "Un hombre comentaba y otros se sumaban a una serie de ataques en cuestión de horas. Decidí cerrar el canal, porque es muy difícil no salir afectada por algo así. Nuestro cuerpo siente esto como violencia. Además, es un drenaje que se lleva energía creativa". 

En otro momento, Dalsin sufrió una persecución virtual por parte de un extraño. "Se obsesionó, me envió mensajes privados hablando obscenidades y lo bloqueé. Luego, creó nuevos perfiles para enviar más mensajes raros. Resumiendo: creó 5 perfiles diferentes para perseguirme. Bloqueaba uno, aparecía otro”, dijo.

A pesar de no haber salido nunca del espacio online, para ella los comentarios, hostigamientos y amenazas provocan "miedo concreto". 

Al igual que Maria Cecília Mansur, también cree que este tipo de violencia contra las mujeres se está intensificando. "El modus operandi machista consiste en reafirmar que el lugar de la mujer está en la casa, al servicio del placer masculino".

En este sentido, la mujer que se atreve a hablar públicamente sobre temas que la sociedad no considera propio de lo femenino "representa la antítesis de la esposa ideal, por lo que hay que hostigarla y ridiculizarla en público, y es justamente eso lo que hacen los comentarios y acosos online. Nosotras hablamos abiertamente sobre sexo, y ellos vienen a intentar ridiculizarnos". 

La artista visual e ilustradora Jota Carneiro, creadora del Portal Xotânico, cree que todas las personas que trabajan con temas vinculados a sexualidad, especialmente las mujeres, terminan sufriendo algún tipo de violencia. 

"En Facebook, por ejemplo, ya divulgaron mi trabajo en distintos grupos y, de la noche a la mañana, tuve que bloquear más de 400 perfiles de personas que hacían comentarios de cualquier tipo sobre mi arte, gente deseándome muerta y diciendo cosas fuertes".
 

La censura de las plataformas 

Si, por un lado, las mujeres que abordan la sexualidad en las redes sufren los ataques, por otro lado, existe la censura por parte de las plataformas en relación con este tema. "Los contenidos de la educación sexual se persiguen a través de algoritmos", afirma Maria Cecília Mansur.

"Cada vez que intento impulsar un material de educación sexual, la plataforma lo clasifica como contenido para adultos. Tuve mis redes bloqueadas sin ningún motivo, debido a la deliberación aleatoria de un robot. Todas las personas que conozco que trabajan con contenido sexual sufren los bloqueos". 

En la misma línea, Jota Carneiro dice que siente falta "de esa protección" en las redes. "Terminamos estando muy expuestos a este tipo de ataques que se encuentran y potencializan a través de internet. Siento que las plataformas terminan censurando mucho contenido vinculado con el arte erótico y la sexualidad mientras que, por otro lado, permiten a los usuarios ejercer violencia". 
 

Internet, ¿una tierra sin ley? 

La forma en que estas mujeres intentan protegerse es bloqueando los perfiles de los que provienen los ataques. Para Carneiro, "se trata de un escenario que no es fácil para quienes trabajan con el erotismo y la sexualidad. Son campos en los que siempre debemos cuidar la forma en la que hablamos, el lenguaje que usamos. Permanentemente intentamos defendernos a través de las herramientas disponibles". 

A pesar de parecer una tierra sin ley, internet no es un espacio donde todo es posible. Las tipificaciones que se utilizan fuera del entorno virtual son las mismas que se aplican a los usuarios de las redes sociales, tales como delitos contra el honor, amenazas, calumnias, difamación, injurias, incitación al delito, entre otros.  

Según André Lozano, abogado y profesor de derecho penal y procesal, lo que puede dificultar la sanción es la identificación y ubicación de los responsables de los delitos.  

"En general, se trata de delitos que ya están tipificados en el derecho penal. La persecución que existe en los entornos virtuales, principalmente a través de las redes sociales, se asocian a figuras como el delito por acecho o stalking. Esa una actualización legislativa", explica. 

Lozano señala que en algunos casos se puede aumentar la pena precisamente porque el delito se cometió en el entorno virtual, lo que facilita su propagación. "La mera replicación en redes sociales puede hacer que un comentario se vuelva viral".

Edición: Vinícius Segalla