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Lula es víctima de "activismo judicial", dice ex ministro de Justicia de Brasil

Eugênio Aragão considera que el juicio de Lula será importante para defender la democracia en el país

Brasil de Fato | Brasília, Distrito Federal (DF) |
Integrante del Ministerio Público de 1987 a 2017, Aragão analiza el papel de las instituciones en el escenario actual
Integrante del Ministerio Público de 1987 a 2017, Aragão analiza el papel de las instituciones en el escenario actual - Marcelo Camargo/Agencia Brasil

El jurista Eugênio Aragão es uno de los actores más atentos a las cuestiones relacionadas al caso del proceso contra el ex presidente de Brasil, Lula da Silva. Aragão acompaña con indignación el "activismo judicial" que considera ser uno de los verdugos de Lula. Para él, el contexto desfavorable hace que el juicio del ex mandatario el 24 de enero sea sólo una "piedra en el camino" y no el fin de la jornada.

Integrante del Ministerio Público de 1987 a 2007 y ex ministro de la Justicia en el gobierno de Dilma Rousseff, Aragão considera que el juicio de Lula en Porto Alegre será importante no sólo para la defensa del ex presidente Lula, sino también para la democracia.

Aragão conversó con Brasil de Fato y a continuación se puede leer la entrevista con el ex ministro.

Brasil de Fato: Usted afirma que Lula es víctima de abuso de autoridad. Se considera la operación Lava Jato como un terreno fértil para este tipo de práctica. ¿Qué consecuencias esa conducta del sistema de Justicia tiene en el ambiente político?

Eugênio Aragão: Cuando el juez deja de examinar los autos a partir de los límites de conflicto, él pasa a hacer parte del conflicto y empieza a actuar sin imparcialidad. Desgraciadamente esto pasa con el juez Sérgio Moro en la medida en que se vanagloria ante la opinión internacional de ser el gran héroe del combate a la corrupción, trabaja desde una perspectiva maniquea de que está del lado del bien y los acusados en el lado del mal y se vuelve partidario de su propia causa. Un juez no puede tener esa visión.

Lula es la carta más alta que Moro tiene, entonces es necesario estigmatizar a Lula en la política, esto es lo que lo hace famoso. Pasa lo mismo con Gebran Neto [juez de segunda instancia y relator de la acción contra Lula en el Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región, donde tendrá lugar el nuevo juicio].

Figuras como el juez Moro son consideradas representantes de la deformación del sistema de justicia, como usted ha señalado. ¿Cuáles son las raíces que sostienen este proceso?

Las raíces están en la Constitución Federal de 1988, que creó el germen de la politización de la Justicia. Cuando se creó el Ministerio Público, esta figura central en la relación entre los Poderes, lo llenaron de permisos sin ningún tipo de control, sin limitar los poderes. ¿Qué pasó? Los jueces pasaron a ver el Ministerio Público como una receta del éxito, y los privilegios en las carreras están claramente asociados a los abusos. Ellos tienen necesidad de éxito, de aparición estrambótica en los medios como héroes de la patria, para mantenerse en las élites, es decir, se trata de un círculo vicioso y esto está puesto claramente en la Constitución.

Acerca de los problemas en el Poder Judicial relacionados a la operación Lava Jato, en su opinión, ¿hay alguna influencia del capital financiero e internacional en la actuación de los jueces que actúan con diferencias de trato?

Este grupo de jueces y miembros del Ministerio Público tienen una visión miope de la realidad, se miran el ombligo, pero no tengo dudas de que hicieron un gran servicio para el capital internacional al destruir los activos nacionales, con la turbulencia política que crearon, el cambio del eje de la gobernanza en Brasil, en el sentido de poner en el centro un gobierno dispuesto a entregar nuestros activos. Puede ser inocencia inútil o puede haber coautoría por parte de los jueces en este proceso nefasto.

La Operación Lava Jato fue extremadamente nociva para la economía, al afectar las grandes empresas construidas a lo largo de décadas de proyectos desarrollistas propios. Fue un daño extremadamente grave a nuestra capacidad de crear un futuro prometedor.

Faltan pocos días para el juicio del ex presidente Lula. La tensión y atención sobre el tema se potencian. ¿Cuál es la repercusión de esta situación en el escenario electoral de 2018?

Está claro que el juicio en Porto Alegre representa un obstáculo, una piedra en el camino, pero no el fin. No podemos darle tanta importancia a los jueces del caso. Ellos representan un indicio de que hay algo muy enfermo en los órganos jurisdiccionales, sobretodo en el proceso criminal. En realidad, los jueces son la propia enfermedad. No se trata de una defensa de Lula y su candidatura, sino de una defensa de la democracia. Por eso, el 24 de enero será una fecha muy importante para que la gente demuestre que está defendiendo también el país, el futuro de Brasil. Y si hay alguien que tal vez sea capaz de reconstruir mínimamente el consenso que el Poder Judicial y el golpe de Estado de 2016 han roto, este alguien es Lula.

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Lea la entrevista en Portugués.

Edición: Rafael Tatemoto | Traducción: Luiza Mançano