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Nuevo presidente de la Cámara brasileña mantiene amenazas a los sectores populares

Tras la salida de Eduardo Cunha, el diputado Rodrigo Maia vuelve con el perfil neoliberal en el comando de la Casa

Brasília (DF) |
 En la primera entrevista concedida después de asumir, Maia afirmó que, se es preciso, tomará medidas impopulares
En la primera entrevista concedida después de asumir, Maia afirmó que, se es preciso, tomará medidas impopulares - Wilson Dias/Agência Brasil

La elección del nuevo presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Rodrigo Maia (DEM-RJ), repercutió no sólo en los ambientes tradicionales de la política institucional, sino también entre los movimientos populares, que miran a la nueva gestión como una continuidad de la matriz ideológica conservadora que domina el Legislativo federal.

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A pesar del resultado de la elección señalar que la Cámara intenta despegarse de la figura de su ex presidente Eduardo Cunha (PMDB-RJ) – la victoria de Maia fue frente al diputado Rogério Rosso (PSD-DF), representante del llamado “gran centro”, más directamente asociado al peemedebista –, la llegada del diputado del DEM (Demócratas) a la presidencia de la Casa mantiene la preocupación de los grupos de izquierda.

En la primera entrevista concedida después de asumir, en la madrugada del jueves (14), Maia afirmó que, si es preciso, tomará medidas impopulares, “por el bien del país”.

Entre las discusiones que considera “urgentes”, él listó el techo de los gastos públicos, el Proyecto de Enmienda Constitucional de los “precatórios” [ que permite el uso de dinero depositado en la Justicia para pagar deuda pública], la renegociación de las deudas de los estados, la reforma de la Previsión Social, y el proyecto que abre la explotación del petroleo del pré-sal para las multinacionales, apuntada como una pauta orgánica de la cartilla neoliberal.

En la visión de las fuerzas de izquierda, la llegada de Maia al poder resulta del recorrido conservador que la Cámara venia sedimentando desde la gestión de Cunha. El centenario apuntaría para una manutención de las amenazas a los trabajadores, a las minorías y a los intereses nacionales.

Cuestiones laborales

El Departamento Intersindical de Asesoría Parlamentaria (Diap), por ejemplo, lista la existencia de 55 propuestas que tramitan en el Congreso colocando en jaque garantías laborales. Para los movimientos organizados, la gestión de un presidente conservador en la Cámara señaliza que esos riesgos continuan latentes.

Entre ellos, figura la reglamentación de la mercantilización ilimitada, estampada en el Proyecto de Ley 4302/1998, y la prevalencia del negociado sobre el legislado (PL 4193), un proyecto que propone que acuerdos hechos entre patrones y empleados pueden se sobreponer a los dictámenes legales, anulando la participación de los sindicatos.

“Con eso, ellos van a tener un lucro enorme en las espaldas del trabajador. No aceptamos esa medida porque entendemos que tenemos que tener la legislación vigente garantizada y perfeccionada, y no de la forma como el empleador quiere. Esa es una medida espuria que sólo sirve para retirar derechos y debilitar a las organizaciones sindicales, considera el presidente nacional de la Central Única de los Trabajadores (CUT), Vagner Freitas.

La cuestión de la previsión social, mencionada estos días por Rodrigo Maia, también está en el foco de las preocupaciones, según Freitas. “Esa es una cuestión más delicada porque demanda la participación de otros actores. Pero, obviamente, lo que ellos quieren es vender la Previsión a la iniciativa privada, transformándola en un activo para ser comprado en el banco. Eso es para pagar la cuenta del golpe”, criticó.

Avance neoliberal

El Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) también observa con preocupación el camino que viene siendo trazado por el Poder Ejecutivo. La elección de Rodrigo Maia (DEM-RJ) como nuevo presidente de la Cámara significaría, en la visión del movimiento, el retorno y el fortalecimiento de las prácticas neoliberales.

“Esa fue una acción desastrosa del Congreso. (…) Ahora está mucho peor, porque antes la gente tenia el “gran centro” como el bajo clero, que tenia como principal objetivo resolver sus problemas personales, porque ellos no tienen proyecto político. Ahora, tenemos que lidiar nuevamente con las fuerzas conservadoras que vigoraron entre 1994 al 2002, durante la presidencia de Fernando Henrique Cardoso [PSDB]. Entonces, hay un campo político abierto para la vuelta del neoliberalismo”, analiza João Paulo Rodrigues, de la coordinación nacional del MST.

Como consecuencia de ese proceso, ellos agregan la preocupación del movimiento con las pautas dirigidas a sofocar las garantías ya conquistadas. “Nosotros tenemos una preocupación, con la cuestión de la CPI [Comisión Parlamentaria de Investigación] de la Funai [Fundación Nacional del Indio] e del Incra [Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria], por ejemplo. Entonces, lo que más nos preocupa en el Legislativo es la retirada de derechos, como la reducción de la edad penal, la entrega del pré-sal, temas que son estratégicos e irreversibles”, apuntó.

Pré-sal

Considerado un punto clave del recetario neoliberal, el PL 4567/16, que propone el rinde de la exclusividad de Petrobras sobre la explotación del pré-sal, abriendo espacio para las multinacionales, es una de las prioridades del nuevo presidente de la Cámara. El proyecto tuvo la tramitación de urgencia aprobada en el plenario el último martes (12) y debe ser votado en breve por la Cámara.

Originaria del Senado y de la autoría de José Serra (PSDB-SP), la propuesta es defendida por parlamentarios alineados al gobierno del presidente interino Michel Temer (PMDB) como siendo una solución para recalentar la economía. Sin embargo, es mal vista por parlamentarios de oposición y por el movimiento de los petroleros.

Para la Federación Única de los Petroleros (FUP), la medida comprometería la soberanía y las riquezas nacionales, ademas de reflejar directamente en la generación de empleos. “Las multinacionales van a querer hacer sus encomiendas fuera de Brasil, y eso va a comprometer la cadena”, dijo Leonardo Urpia, de la FUP.

Para tener una idea, según datos oficiales de la Petrobras, para cada mil millones invertidos por la estatal, son generados 20 mil empleos directos e indirectos en el país y son adicionados 860 millones de reales – alrededor de 265 millones de dólares – a la economía brasileña.

“Rodrigo Maia era miembro integrante de la comisión que evaluó el proyecto y defendía no sólo el cambio de la Petrobras como operadora única del pré-sal, pero también el regreso a modelos de concesión, que, diferentemente del actual modelo de explotación no es bueno para el Estado. A pesar de que ese punto no está exactamente señalado en el proyecto de ley, sabemos que tiempos peores están por venir, por eso tenemos que movilizar la sociedad para presionar a los parlamentarios y hacer con que ellos rechacen esa propuesta”, finalizó el petrolero.

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Traducción: María Julia Giménez

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