Derechos Laborales

Temer va presentar proyectos para reducción de salarios y aumento de la jornada

La propuesta pretende dar más poder a las negociaciones colectivas y flexibilizar derechos previstos en la ley

Brasília (DF) |
Uno de los objetivos del sector empresarial es tocar el “banco de horas”, para tornarlo ilimitado  
Uno de los objetivos del sector empresarial es tocar el “banco de horas”, para tornarlo ilimitado   - Valter Campanato/Agência Brasil

El gobierno interino de Michel Temer va a proponer un proyecto de ley para permitir que empresas puedan reducir salarios y aumentar la jornada diaria de los trabajadores. El objetivo, según el ministro del Trabajo, Ronaldo Nogueira, es “privilegiar” las convenciones colectivas, que tendrían el poder para flexibilizar derechos previstos en la Consolidación de las Leyes Laborales [Consolidação das Leis Trabalhistas, CLT]. “La CLT se transformó en una ‘cobija de retazos’ que permite interpretaciones subjetivas”, criticó Nogueira, en declaraciones a la prensa, el 20 de julio.

El propio presidente interino dijo, la semana pasada, durante una reunión con empresarios y el ministro del área económica, que su gobierno “va a enfrentar todas las resistencias”, para probar las reformas de la Previsión Social y Laboral.

“Aunque tenga manifestaciones en contra, que son de la democracia, vamos a enfrentarlas”, avisó Temer. El discurso tuvo lugar a poco más de una semana de que el presidente de la Confederación Nacional de la Industria (CNI), Robson Andrade, manifestase públicamente, después de una reunión con Temer, que el caso francés – que aprobó el aumento de la jornada laboral a 80 horas semanales [en realidad, son 60 horas], generando grandes manifestaciones populares y fuerte represión policial –, es un ejemplo para Brasil.

Después de tanta repercusión negativa, la declaración de Andrade fue recogida por la CNI, que afirmó que, en Francia, el máximo serian 60 horas y que el presidente se confundió con las citas, pero que, “en ningún momento”, habría defendido el aumento de la jornada de trabajo prevista en la Constitución, que es de 44 horas semanales.

Más trabajo, menos salarios

La reforma laboral que el presidente en ejercicio Michel Temer pretende enviar al Congreso de la Nación, antes de fin de año, va a permitir que las negociaciones y convenciones colectivas prevalezcan sobe las nomas legales.

De acuerdo con la CNI, la propuesta sería el camino para “modernizar” las relaciones de trabajo en Brasil. En una nota, la confederación evaluó que la negociación colectiva es la forma por la cual empresas y trabajadores, por medio de sindicatos, asumen el “protagonismo” al formular condiciones y rutinas de trabajo, de acuerdo con la contribución y con el principio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Pero, para la abogada Fernanda Rocha, del escritorio Rocha Abogados Asociados, en Brasília (DF), lo que el gobierno llama de “privilegiar” la negociación colectiva es una “falacia” para legalizar el corte de derechos. “Libertad para que se reduzcan derechos no es dar libertad, sino colocar un cuchillo en el cuello de los sindicatos. 

En la práctica, como no será preciso observar a la CLT en relación a la jornada y al salario, las empresas podrán condicionar aumentos salariales, por ejemplo, o aumentos de los fraccionamientos de las vacaciones, reducción del intervalo de almuerzo o aumento de la jornada diaria”, apuntó. “Las convenciones sirven para ampliar derechos de los trabajadores ya previstos en la CLT, pero nunca reducir esos derechos. Lo que se está proponiendo es una autorización para que los sindicatos negocien debajo de lo que está previsto en la ley, incluso, en la Constitución”.

Jornada y banco de horas

Uno de los objetivos del sector empresarial, prevé Fernanda Rocha, es tocar el “banco de horas”, para tornarlo limitado. Aprobado en 1998, durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso (PSDB), el banco de horas ya significó una flexibilización de la legislación laboral. Antes, el trabajador, para hacer horas extras debía recibir un adicional del 50% sobe cada hora trabajada.

Con el banco de horas, esa hora extra dejó de ser remunerada y pasó a ser compensada con horas no laborales. Además, el banco de horas sólo puede validarse por medio de negociaciones colectivas, con plazo máximo de un año para ser compensado, y no puede exceder dos horas extras diarias.

Con el fin de esas restricciones, las empresas podrán aprobar, en acuerdo colectivo, jornadas diarias superiores a las 10 horas. “La idea es que, en época de alta producción, los empleados trabajen 15, 16 horas y, en época de baja producción, las empresas puedan realizar francos colectivos”, ejemplifica Fernanda Rocha, abogada laboral.

“A primera vista, al trabajador le puede resultar hasta interesante la posibilidad de acumular francos, peo existen orientaciones tanto de la Organización Internacional del Trabajo como de la Organización Mundial de la Salud sobre los riesgos del exceso de jornadas, principalmente jornadas  superiores a las 10 horas diarias. El Tribunal Superior del Trabajo también orienta a que se limite la jornada por cuestiones de salud y seguridad del trabajado y no puede ser negociado. El derecho del trabajo también existe para proteger al trabajador de él mismo”, argumenta Fernanda.

En la flexibilización pretendida por el gobierno Temer, también sería posible reducir el salario de los empleados por medio de acuerdos colectivos. “Un año de perjuicios en la empresa, y puede reducir el salario de los empleados sin, necesariamente, reducir la jornada”, afirma la abogada.

“Todos esos cambios, si son aprobados, en mi evaluación, son actos inconstitucionales y serán cuestionados en el Supremo Tribunal Federal (STF) y en el TST”, agregó.

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Traducción: María Julia Giménez

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