Minería

Un año: afectados de la tragedia en Mariana inician marcha denunciando la impunidad

La movilización recuerda la tragedia ocasionada por la ruptura de una represa de la minera Samarco

Brasil de Fato | Regência (ES) |
El trayecto a ser recorrido sigue el curso contrario de los residuos que el día 5 de noviembre del 2015 se derramó después del rompimiento del dique Fundão
El trayecto a ser recorrido sigue el curso contrario de los residuos que el día 5 de noviembre del 2015 se derramó después del rompimiento del dique Fundão - Comunicação MAB

A un año de la tragedia provocada por la ruptura del dique de Fundão, perteneciente a la empresa minera Samarco, afectados comenzaron el lunes (31) una marcha denominada “Un Año de Barro y Lucha”, en la ciudad de Regência – estado de Espíritu Santo. La movilización, organizada por el Movimiento de Afectados por Diques (MAB, en la sigla en portugués), denuncia la impunidad en relación al caso. La caminata, que cuenta con la participación de 400 personas, debe llegar a Mariana – estado de Minas Gerais –, punto inicial de la tragedia, el día 2 de noviembre.

El trayecto a ser recorrido sigue el curso contrario del barro tóxico que, el día 5 de noviembre del 2015, se derramó después del rompimiento del dique Fundão, en el municipio de Mariana, y afectó todo el curso del Río Doce. Además del daño ambiental, diversas comunidades fueron afectadas.

“El objetivo de la marcha es pasar en nueve puntos de la Cuenca del Río Doce y escuchar a la población sobre la situación después de un año. Simbólicamente vamos a devolver los desechos tóxicos a la empresa criminal”, comentó Joceli Andriolli, del MAB de Minas Gerais.

Mar de barro

El pequeño distrito de Regência, parte del municipio de Linhares, fue la última comunidad en que el barro tóxico llegó, alcanzando el mar por medio de la desembocadura del Río Doce. Como forma de simbolizar la resistencia contra la empresa minera, los participantes de la marcha realizan una caminata hasta llegar a la playa.

Rosana Firmino es una de las vecinas que salió de casa para ver a la marcha pasar. A los 27 años, nació en la comunidad y, hoy, junto con su marido cría a sus dos hijas, una de 10 años y otra con 7 meses. Con tristeza en la mirada, lamenta la destrucción que llegó con el barro. “Yo era marisquera, pero ahora con el barro yo no tengo más como trabajar. Acabó con nuestro trabajo y con nuestros espacios de ocio, porque no podemos ni siquiera tomar baño de mar”, contó.

Según ella, varias personas quedaron sin trabajo. “Mucha gente esta sin servicio, yendo para Linhares a trabajar, colocando curriculum en negocios de ropa, supermercados. Todo el mundo está haciendo como puede, porque Regência se acabó”, afirmó.

Agua contaminada

La contaminación del agua es uno de los problemas más comentados por la población de Regência. La vendedora Maria Aparecida Xavier, vecina de la comunidad, contó que usa cuatro botellones de agua mineral por semana, lo que significa un nuevo gasto que apareció con el barro.

“El agua cambió de color, quedó mas oscura. Cuando se coloca en una botella de litro, da para ver el barro asentándose en el fondo. Al mismo tempo, se ve el costo de vida aumentar, y se siente la imposibilidad de trabajar debido a la disminución del turismo”, afirmó.

Rosana también pasó a usar agua mineral, inclusive para dar baño en su hija menor. Ella cuenta que la empresa providenció un camión cisterna con agua para abastecer al distrito. Camión que su marido pasó a conducir cuando quedó imposibilitado de ejercer su profesión de pescador.

“La Samarco está amenazando acabar con ese camión, argumentando que ya existen análisis que afirman que el agua del Río Doce está en buenas condiciones, que el pez ya puede ser comido. Pero hasta ahora, nadie vio ese análisis y aquí no hubo ninguna reunión para hablar de eso”, afirmó la marisquera.

Respuesta

Brasil de Fato entró en contacto con la Samarco, cuestionando a la empresa en relación a la oferta de agua en el distrito de Regência. Hasta el momento de esta publicación, no hubo respuesta.

Traducción: María Julia Giménez

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