Las comunidades indígenas y afrodescendientes continúan en paro desde Riosucio, departamento de Chocó, a donde han ido llegando familias desplazadas desde el pasado 2 de mayo. Asimismo el sábado 6 se reunieron con el gobernador del Chocó, Jhoany Palacios Mosquera, sin llegar a ningún acuerdo y sin obtener las garantías necesarias para el retorno a sus territorios.
Como parte de las actividades del paro, el transporte está totalmente bloqueado y el comercio sólo trabaja medio día.
El gobernador informó que se realizaría una reunión el martes 9 de mayo en Belén de Bajirá, para llevar a cabo un consejo de seguridad ampliado. De allí se esperan respuestas concretas, pues los habitantes de las cuencas de los ríos Truandó, Salaquí, Cacarica y Domingodó no pueden cultivar por la presencia de minas antipersona, enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y paramilitares, sumado a la arremetida de estos últimos en los territorios ancestrales.
Cabe destacar que desde el 2016 el gobierno colombiano firmo un Acuerdo de Paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército Popular (FARC-EP), sin embargo son numerosas las denuncias sobre el incumplimiento por parte del Estado colombiano con estos acuerdos y la realidad que viven hoy las comunidades indígenas y afrodescendientes en el departamento del Chocó son evidencia de ello.
Los acuerdos contemplan en el punto 2.1.2. "Garantías de seguridad para el ejercicio de la política", pero tales garantías no existen el lo fáctico y se expresa en la presencia de grupos paramilitares que acentúan el asedio a comunidades rurales hasta lograr sus desplazamiento como ha ocurrido con mayor incidencia en los departamentos Chocó, Antioquia y Cauca en los últimos meses.
