GOLPE

Un año después de la salida de Dilma, saldo es de retrocesos, evalúan especialistas

El 12 de mayo de 2016, la presidenta era apartada por el Congreso Nacional en un proceso liderado por Eduardo Cunha

São Paulo |
Benedito Barbosa, de la Unión de Movimientos de Vivienda, dice que Temer (encima) es "Robin Hood a la inversa"
Benedito Barbosa, de la Unión de Movimientos de Vivienda, dice que Temer (encima) es "Robin Hood a la inversa" - Lula Marques / AGPT

Hoy (12), la separación de Dilma Rousseff (PT) de la Presidencia de la República cumple un año. El entonces vice-presidente, Michel Temer, asumía como interino hasta agosto de 2016, cuando fue efectivizado en el cargo. En este corto período, la política nacional fue profundamente reconfigurada, afectando la continuidad de las políticas públicas de los gobiernos anteriores, evalúan integrantes de entidades entrevistados por Brasil de Fato.

“Los estragos que están haciendo son para décadas, generaciones. Estábamos en un proceso de construcción de un Estado más público, con políticas mirando a los sujetos, más democrático”, afirma José Antonio Moroni, integrante del colegiado de gestión del Instituto de Estudios Socioeconómicos (IESC).

Benedito Barbosa, integrante de la Unión de Movimientos de Vivienda, dice que la gestión de Michel Temer (Partido Movimiento Democrático de Brasil - PMDB) tiene una agenda de ataques a los derechos humanos y sociales.

"Nosotros no tenemos aún toda la dimensión de lo que está aconteciendo. Estamos viviendo la barbarie y no sabemos hacia donde camina el Brasil”, lamentó.

Contexto

El escenario y el ritmo de cambios prometido por Michel Temer (PMDB) no se materializaron. El desempleo, por ejemplo, aumentó: en marzo de 2017, alcanzó el nivel de 13,7%. Apenas hace tres años, el país alcanzó su menor nivel histórico en el asunto: 4,3% en diciembre de 2014.

Al mismo tiempo, la industria tampoco da señales de recuperación. El sector pareció haber dado señales de aliento en enero de 2017 al presentar un incremento de 1,4%, comparado con el mismo período de 2016, rompiendo una serie ininterrumpida de 34 meses. En febrero volvió a caer (-0,8%), para en marzo subir nuevamente (1,1%).

Al comparar los números con los de otras series históricas, no es posible identificar una tendencia de crecimiento de la industria.

En términos de rendimiento real, el primer trimestre de 2017 mostró una caída de 6,7% en comparación con el año pasado. En marzo de este año, el acumulado de los últimos 12 meses aun indicaba retracción de 3,8%. Frente al contexto, la mayor parte de los analistas de mercado entiende como precipitado anunciar una reanudación del crecimiento.

Este escenario es agravado por la aprobación de la Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) 55, que congela las inversiones en áreas sociales por 20 años, las políticas sociales que marcaron los gobiernos petistas ya están sufriendo los efectos.

En el área educativa, el programa Ciencia Sin Fronteras, que concedia becas a estudiantes brasileños en el exterior, ha desaparecido. En las universidades federales, contingencias de gastos interrumpieron actividades y generaron atrasos en becas. En otro ejemplo, la política de austeridad, que se extendió a estados y municipios, coloca a la Universidad del Estado de Rio de Janeiro (UERJ) bajo riesgo de cerrar sus puertas.

Moroni dice que, del punto de vista institucional, el país retrocedió a comienzos del siglo pasado: “[Temer] extinguió el Ministerio de Asistencia Social y lo fundió al Ministerio de Hacienda, como era hasta el 1927. Cuando asume, el poder tiene aquella configuración de ministerios de hombres blancos, propietarios, ricos. Además, extinguió el Ministerio de Desarrollo Agrario, de Derechos Humanos y de Igualdad Racial. Eso es un retroceso enorme”, critica. “El está sosteniendo que esos sujetos y su agenda no tienen espacio en el debate público”.

Barbosa menciona el caso del programa Mi Casa, Mi Vida que no tuvo nuevos anuncios en los últimos 12 meses. “Los recursos del programa Mi Casa, Mi Vida quedaron prácticamente congelados durante ese período. Todo lo que fue contratado en la época de Dilma está siendo viabilizado ahora”.

En febrero, Temer anunció nuevas contrataciones para mayo de 2017. Según Barbosa, la declaración contrasta con los gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT), ya que cada anuncio del programa giraba alrededor de dos millones de casas. El del miembro del PMDB indica la contratación de apenas 600 mil unidades.

“Prácticamente todo recurso está siendo destinado a familias de renta alta. El programa fue transformado en un Banco Inmobiliario. La política de subsidio para quien gana hasta tres salarios mínimos fue prácticamente retirada. En el gobierno de Dilma, de cada diez casas, siete eran para familias de renta baja. Ahora son dos. Es una alteración drástica”, complementa Benedito, que llama a la nueva fase de Mi Casa, Mi Vida como “Robin Hood invertido, quita a los pobres y da a los ricos”.

Moroni evalúa que estos 12 meses tendrán efectos en las próximas generaciones, pero es optimista: “Los estragos que están haciendo son para décadas, para generaciones. Veníamos en un proceso de construcción de un Estado más público, con políticas desde la mirada de los sujetos, más democrático. Es un año de atraso, de retroceso, pero de mucha lucha. La reacción está viniendo”.

Tradución: Pilar Troya 

Edición: Camila Rodrigues da Silva