RESISTENCIA

Dos mil personas ocuparon la vía Transamazónica en protesta contra el agronegocio

La Romería recorrió las calles de la ciudad de Balsas, en Maranhão, con ocasión del Encuentro Nacional del Cerrado

Brasil de Fato | Balsas (MA) |
Los romeriantes encendieron antorchas en memoria de las víctimas asesinadas en conflictos por tierras en la zona rural
Los romeriantes encendieron antorchas en memoria de las víctimas asesinadas en conflictos por tierras en la zona rural - Mídia Ninja

Cerca de 2 mil personas paralizaron la carretera Transamazónica en el municipio de Balsas en Maranhão, estado de la región Nordeste de Brasil, el último sábado (30) por la mañana. La carretera estuvo bloqueada por dos horas y la manifestación marcó el inicio de la primera edición de la Romería Nacional del Cerrado [ecoregión de sabana tropical de Brasil], que reunió representantes de los habitantes de nueve estados brasileños para denunciar los impactos del agronegocio en el bioma.

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La caminata comenzó a las siete de la mañana y desde la madrugada los romeriantes se concentraron en la Praça da Liberdade, donde ocurrió una feria de economía solidaria, intercambio de semillas y presentaciones culturales regionales, como el forró [género musical y danza popular en la región Nordeste] y el tambor de crioula [danza afrobrasileña]. Cerca de las once de la noche del día anterior los romeriantes encendieron antorchas en memoria de las víctimas asesinadas en conflictos por tierras en la zona rural.

Denuncias

Al comienzo de la mañana los y las romeriantes empezaron la caminata por las principales calles de la ciudad. El tono político y ecuménico permaneció del inicio al fin de la romería. Al frente había una cruz hecha con moriches [fruto amazónico], confeccionada por "geraizeiros", habitantes de la región del Cerrado que practican la agricultura tradicional y la ganadería orgánica con libre movimiento del ganado.

Durante la romería, Fátima Barros anunció en el micrófono: "Invocamos a los orishas contra las fuerzas del agronegocio y del capital". Fátima hace parte de una de las comunidades quilombolas de Maranhão, comunidades rurales ancestrales que agrupan afrodescendientes.

Miguel Souza, que vive en el asentamiento de la reforma agraria en el municipio de Riachão de Neves en el oeste de Bahía, participó de la romería y estuvo en vigilia hasta la salida del sol. Él llevaba una pancarta en una de las manos y una antigua pistola en la otra y denunciaba inseguridad en la zona rural:

"La polícia y todo el aparato del Estado son usados para defender al agronegocio, los pobres no pueden defenderse".

La manifestación hizo una parada enfrente de la empresa Agromaranhão para denunciar el subsidio por parte del Estado a los grandes propietarios de tierra y la negligencia con los pequeños productores.

"Estamos en el centro de agronegocio. Los únicos reconocidos en esta ciudad son los hacendados. Pero estamos acá para mostrar que esta ciudad tiene un pueblo luchador, que acá existen comunidades ancestrales", dijo Isolete Wichinieski, coordinadora de de la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT) y de la Campaña Nacional en Defensa del Cerrado.

Los líderes comunitarios también denunciaron las situaciones de sus comunidades. Los habitantes de dos municipios del estado de Maranhão: Riachão y São Raimundo das Mangabeiras, denunciaron la sequía de los ríos de la región debido a la construcción de embalses para la cría de peces. Ellos calculan que 3 mil personas son impactadas por esta actividad.

El pueblo indígena Krenyê, de la Aldea São Francisco, también localizada en el estado de Maranhão, exigió la solución del conflicto que ocurre desde hace dos años y que la Fundación Nacional del Indio (Funai) cumpla su parte en el acuerdo sobre la compra de tierras. El indígena Antonio Carlos contó que la aldea quedó restringida a un área "del tamaño de una cancha de fútbol"y que muchos indígenas se vieron obligados a migrar a las periferias de otras ciudades. Actualmente solo diez familias viven en el sitio.

Además de las situaciones específicas denunciadas, los pueblos también expresaron su posición contraria a la reforma de las Pensiones y a los recortes de los programas sociales por parte del gobierno federal.

La romería que ocurrió tras el final del Encuentro de los Pueblos del Cerrado tuvo su cierre en la Iglesia Matriz de la ciudad de Balsas, alrededor de las nueve de la mañana.

Edición: Camila Rodrigues da Silva | Traducción: Luiza Mançano