En la ciudad de Curitiba, en el estado de Paraná, en la región sur de Brasil, está comenzando un campamento de resistencia hasta que el ex presidente Lula sea liberado. De acuerdo con João Pedro Stedile, de la dirección nacional del Movimiento de Trabajadores Sin Tierra (MST), en entrevista con Radio Brasil de Fato, la militancia no debe llorar por la decisión del ex presidente Lula de presentarse ante la Justicia.
"No sirve llorar. Lula explicó que esa no es una demostración de debilidad. Por el contrario, es una estrategia de devolver la responsabilidad al otro lado. Es hora de resistencia y lucha. La militancia tiene que salir a las calles", dijo.
El foco de la resistencia por la democracia, según los movimientos populares, tiene que ser en Curitiba, donde el ex presidente debe permanecer preso en la sede de la Policía Federal. “Estamos en lucha de clases. La lucha de clases exige sabiduría e inteligencia”, dijo el dirigente del MST.
La convocatoria para fortalecer el campamento en Paraná acontece en todas las regiones del país.
"Es extremadamente importante que los militantes, simpatizantes de las organizaciones, de los movimientos sociales, de los sindicatos, vengan para acá, a reforzar esta vigilia, que va a ser permanente, hasta que suelten a Lula, porque el es inocente", dijo Robson Sebastián Formica, integrante del Movimiento de Afectados por Represas (MAB por sus siglas en portugués), que ya está en Curitiba.
