BRASILIA

Marcha das Margaridas, demostración de fuerza y unión de 100 mil campesinas en Brasil

Mayor movilización de trabajadoras rurales de América Latina evidencia la fuerza de las mujeres contra los retrocesos

Brasil de Fato, en São Paulo |
La movilización contó con la participación de la 1a Marcha de Mujeres Indígenas
La movilización contó con la participación de la 1a Marcha de Mujeres Indígenas - Andressa Zumpano/CPT

La sexta edición de la Marcha das Margaridas tuvo lugar en Brasilia el 13 y 14 de agosto. El nombre es un homenaje a Margarida Maria Alves, lideresa del Sindicato de Trabajadores Rurales de Alagoa Grande – PB, que luchó por los derechos de las y los trabajadores rurales y fue asesinada por orden de terratenientes en 1983.

Desde 2000, mujeres trabajadoras de los campos, de las aguas, bosques y ciudades organizadas realizan la Marcha das Margaridas, una continuación de la lucha de Margarida Alves, por el fin de la violencia en el campo, derechos laborales, y contra todas las formas de violencia y opresión.

Fue con brillo en los ojos que la agricultora Maria Anecy Martins, de 45 años, llegó a Brasilia (DF) esta semana para participar en la Marcha das Margaridas 2019. La movilización reunió a más de 100 mil mujeres campesinas, con cierre este miércoles (14) tras un gran acto que se tomó las calles de la capital. Venida del interior del estado de Maranhão, Anecy viajó más de dos días, enfrentó problemas en la carretera y el cansancio físico para participar en el evento que es un símbolo de la lucha popular en Brasil.

Después de décadas de trabajo en el campo y en la militancia política, esta fue la primera vez que la agricultora tuvo la oportunidad de conocer la marcha. La ansiedad para llegar era tanta que no hubo cansancio en el mundo que fuera capaz de disminuir la energía vibrante que la movilizó para llegar hasta allí.

(Foto: Andressa Zumpano via Midia Ninja/Cobertura Colaborativa)

“Siempre quise venir y no resultaba. Ni sé si tengo una palabra para describir [esto]. Cuando usted ve tantas mujeres así, unidas, en búsqueda de mejoras, de mejores políticas, le da escalofríos. Vengo para participar, para unir fuerzas con las mujeres. Si me preguntan si estoy cansada, no estoy. Cuando vemos esto aquí, cada conversación... nos da escalofríos. Es muy lindo”, se conmociona.  

La agricultora rural fue una de las cerca de 30 mil personas que se aglutinaron el último martes (13) por la noche en el Parque da Cidade para celebrar la apertura oficial del evento, que tuvo como lema "Margaridas en la Lucha por un Brasil con soberanía popular, democracia, justicia, igualdad y libre de violencia". La conmemoración reunió a caravanas de todas las regiones del país y a representantes de cerca de 25 países de diversos continentes, en un verdadero mosaico de fuerzas populares. También se sumaron a la multitud artistas, diputados federales, senadores y otros aliados políticos.  



(Foto: Eduardo Di Napoli via Midia Ninja/Cobertura Colaborativa)

El evento trajo como debate político una plataforma que refuerza la lucha por derechos, como la defensa de los servicios de salud y educación públicos, el combate a la violencia contra la mujer, contra la reforma de las Pensiones, entre otros. En ese sentido, la marcha es también una forma de compartir anhelos comunes y reforzar el horizonte de la lucha popular.

Con ocasión de la apertura, diferentes voces hicieron referencia a la importancia de la unión de las mujeres para combatir las múltiples formas de violencia de género y el contexto de eliminación de derechos.

“Lo nuevo viene del pueblo, viene del poder popular, de ese pueblo que es mujer. Es por todas las que vinieron antes de nosotras, Luizas, Dandaras, Marielles, Margaridas, y por una generación que será libre. Sólo pararemos de marchar cuando todas sean libres”, bramó la diputada federal Talíria Petrone (Psol-RJ).

La marcha, que se da cada cuatro años reúne, tradicionalmente, mujeres del campo, de los bosques y de las aguas. En esta edición, el evento contó con el refuerzo especial de las participantes de la 1ª Marcha de Mujeres Indígenas, como es el caso de Nena Funi-ô, que vino de Aguas Belas, en Pernambuco.

“Me estoy sintiendo muy satisfecha con la manifestación de las mujeres. Tenemos que luchar por nuestros derechos porque, si no hacemos eso, no vamos a tener como resolver. Estamos juntas en esta lucha y no vamos a desistir nunca”, dijo.

(Foto: Andressa Zumpano via Midia Ninja/Cobertura Colaborativa)

Y en el mar de mujeres que se tomó Brasilia esta semana sorprendió también el ala masculina, que queda de espectadora ante de la articulación de las integrantes de la marcha. Es el caso del profesor de historia Edson Cazuza, de Rio Grande do Norte. Participando en el evento por segunda vez, él cuenta que se siente inspirado ante la movilización masiva de las trabajadoras.

“Incluso viviendo un momento tan difícil, como este de los últimos tiempos en Brasil, las mujeres forman parte de la trinchera en esta lucha por democracia, por justicia social, por igualdad de derechos. Lo veo con inmensa alegría”, complementa.

Entusiasmada con la primera experiencia en la Marcha das Margaridas, la agricultura Maria Anecy cuenta que la venida a Brasilia sirvió de aperitivo para las próximas ediciones del evento y también para dar oxigeno a la articulación política popular en los estados.

Marcha de las Mujeres Indígenas se junta a la Marcha das Margaridas. (Foto: Mídia Ninja)

“Vengo todas las veces que sea posible y todas las que tenga oportunidad. Además de la buena energía de estas mujeres, me voy a llevar un poco de cada estado, una conversación, la garra de esas mujeres. Nos fortalecemos para el enfrentamiento en nuestra base, para la vida personal y para el movimiento sindical también”, destaca.   

En la misma línea de raciocinio, Nena Funi-ô cuenta que el evento deja “un saldo muy positivo”. “Lo haría todo de nuevo. Estoy cansada, canté el día entero, bailé. Pero valió la pena”.

Marcha das Margaridas es la mayor marcha de mujeres trabajadoras rurales de América Latina (Foto: Mídia Ninja/Cobertura Colaborativa)

Edición: Pedro Ribeiro Nogueira | Traducción: Pilar Troya