Economía

Argentina debate impuesto a los más ricos para ayudar a 16 millones más pobres

Propuesta de pago único equivalente al 1% o 2% del patrimonio tiene como objetivo recaudar a US$3 mil millones

Brasil de Fato | Buenos Aires (Argentina) |
Se estima una fortuna de US$ 235 mil millones no declarada por argentinos en el exterior. El Estado estaría dejando de recauda alrededor de U$S 1,2 mil millones en impuestos - Ronaldo Schemidt / AFP

Un proyecto que pretende crear un impuesto único a las grandes riquezas en Argentina deberá ser presentado en el Congreso Nacional este mes. El impuesto se aplicaría a aproximadamente 15 mil personas físicas y jurídicas en el país, que pagarían entre 1 y 2% de su patrimonio. De esta manera, el Estado argentino recaudaría alrededor de US$ 3 mil millones, que servirían para atender a las regiones más afectadas por la pobreza y por la crisis agravada por la pandemia del coronavírus.

El tema surgió en abril, a pocos días del anuncio del aislamiento social preventivo y obligatorio en el país. Impulsado por el partido oficialista Frente de Todos, el proyecto fue encabezado por el diputado nacional Máximo Kirchner, hijo de la expresidenta Cristina Kirchner. Hay una expectativa en el sector progresista de que el proyecto avance debido a su urgencia dada la crisis económica, pero así como la pretensión de expropiar la cerealera Vicentin, el impuesto a las grandes fortunas todavía está en discusión.

Entre el actual índice de pobreza que afecta a 16 millones de personas y los altos indicadores de fuga de capitales que el país tiene actualmente, un impuesto sobre las riquezas representa una necesidad  y a la vez un desafío a los intereses de los más ricos, que han empezado una fuerte campaña contra el proyecto.

 

Hay enormes oportunidades de negocio para quienes tengan capital para invertir, va a haber mucha concentración económica.

 

“Es imposible sostener la cuarentena y encarar la recuperación sin un aporte de los que pueden hacerlo”, afirma la economista Eva Sacco, del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).

“Los únicos que están en capacidad de hacerlo son las grandes fortunas que, en muchos casos, no solo no perdieron sino que se vieron favorecidas. El Mercado Libre, una de las empresas más grandes del país, multiplicó en pocos días su valor. Hay enormes oportunidades de negocio para quienes tengan capital para invertir, y va a haber mucha concentración económica. Es más que justo que se les pida a esos sectores un aporte; pero no es solo por un criterio de justicia, es porque es la única alternativa posible para sostener el aislamiento y no tener una situación como la que vive Brasil, por ejemplo”, señala.

Evasión fiscal

Argentina ya cuenta con un impuesto sobre bienes personales, de manera regular –y que, en línes generales, tiene poco impacto en términos de recaudación–, lo que no estaría relacionado al impuesto a las grandes fortunas.

Se definió la diferencia en una conferencia sobre el tema por la diputada y coautora del proyecto Fernanda Vallejos (Frente de Todos): “El impuesto sobre las grandes fortunas es de carácter extraordinario y sería pago una única vez, y estaría directamente relacionado a la crisis del coronavírus y a las fortunas de los residentes que declaran su riqueza en el país”, dijo.

De la totalidad de activos exteriorizados de los argentinos, el 70% o más no está declarado ante al fisco nacional.

Un porcentaje muy elevado de la riqueza se mantiene fuera del país y/o no está declarada, lo que marca la problemática de la fuga de capitales en Argentina. Se estima que alrededor de US$ 235 mil millones no están declarados, según informe del equipo de Vallejos. Con esto, el Estado estaría dejando de recaudar aproximadamente US$ 1,2 mil millones de bienes personales.

“Entre las personas que componen las parcelas superior en la escala de ingresos, el 80% de la riqueza está fuera de Argentina”, afirma Vallejos. “Al mismo tiempo, vimos que entre los datos de la contabilidad nacional y los registros fiscales, de la totalidad de activos exteriorizados de los argentinso, el 70% o más no está declarado ante el fisco nacional.”

El economista Claudio Katz, integrante del colectivo Economistas de Izquierda, apunta que uno de los argumentos de la campaña da derecha en contra del proyecto es, justamente, la presión tributaria ya existente. “Dicen que la presión tributaria es elevada, lo que es falso, porque el promedio de Argentina es menor que el latino-americano y mucho menor que cualquier país desarrollado", afirma. “Inclusive Angela Merkel, en una visita que hizo al presidente Fernández, dijo, sorpresa, que por os datos, los impuestos sobre el patrimonio en Argentina son bajísimos si comparados a los de Alemania.”

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Repensar la distribución de riquezas

Proyectos similares son discutidos en otros países de América Latina, como Ecuador, Chile, Perú y en Brasil, en el marco de la crisis generada por el nuevo coronavírus. Esas propuestas levantan debates sobre la desigualdad social en la región, y evidencian cómo operan esas estructuras, enfatizadas por la pandemia.

El trabajador paga directamente el 38% de impuestos sobre su salario. Y los señores de las grandes fortunas no quieren pagar el 1% frente a esta situación de emergencia.

El médico sanitarista y militante peronista Jorge Rachid enfatiza: la dicotomía entre salud y economía es falsa. “Nunca hubo contradicción entre salud e economía. Los países que adoptaron otras formas de combate a la pandemia tuvieron caídas en el PBI similares o más grandes que las de Argentina."

Para Rachid, el individualismo meritocrático del neoliberalismo se amplió con la crisis sanitaria. “El trabajador, que no puede evadir, paga el 11% de jubilación, el 3% de obra social y el 3% de PAMI [Programa de Asistencia Médica Integral]; va al mercado y paga el 21% de IVA [Impuesto al Valor Agregado]. O sea, el trabajador paga directamente el 38% de impuestos sobre su salario. Y los señores de las grandes fortunas no quieren pagar el 1% frente a esta situación de emergencia”, apunta

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En este sentido, también se abre un debate sobre una reforma tributaria más amplia, además del proyecto de impuesto sobre grandes fortunas. “Los trabajadores, los pequeños empresarios Pyme, las mujeres, ya hicieron todo el aporte que pueden resignando ingresos, quedándose en casa –en muchos casos, cerrando las empresas y perdiendo sus trabajos", dice Sacco.

“Necesitamos reformar nuestro sistema impositivo, generar mayor recaudación en la punta de la piramide, sacar presión al medio e incrementar las transferencias a la base. Esa será una de las herramientas fundamentales para crecer al finalizar esta crisis. No es la única, y no alcanza con esto. Pero, sí, es fundamental.”

Mientras que los aspectos técnicos y prácticos del proyecto del impuesto sobre las grandes fortunas siguen en discusión y negociación, debates como la distribución de riquezas surgen como un nuevo escenario, según Rachid. “La pandemia provocó la recuperación del Estado como ordenador social y desplazó el mercado. Es un concepto muy fuerte”, reflexiona, agregando el aspecto de la solidaridad como otro importante rescate que marcaría la derrota del capitalismo. “Vamos enfrentar una Argentina colonial, oligárquica, estafadora, contrabandista, fugadora de capitales, con un pueblo argentino que quiere recuperar el marco social solidario, como votó en octubre del 2019.”

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Edición: Luiza Mançano