Asamblea General

En la ONU, el discurso de Bolsonaro intenta explicar el desastre ambiental brasileño

Presidente grabó discurso para rebatir críticas internacionales a su gobierno en la protección de la Amazonía

Traducción: Pilar Troya

Brasil de Fato | Brasília (DF) |
En la Amazonía, el INPE ya registró más de 20 mil focos de incendio solo este mes. Es un territorio entregado a traficantes de tierras, madereros, a la minería ilegal y otros abusos que el bolsonarismo alaba - Bruno Kelly / Amazônia Real

El presidente Jair Bolsonaro (sin partido) envió una declaración grabada que se transmitirá durante la apertura de la 75ª edición de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), este martes (22). Por primera vez en la historia, el encuentro anual de líderes mundiales ocurrirá de forma virtual, por causa de la pandemia del nuevo coronavirus (covid-19). El evento comienza a partir de las 10 horas, horario de Brasilia (DF). 

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Así como en 2019, cuando discurseó por primera vez en la ONU, Bolsonaro debe hablar nuevamente sobre la Amazonía y las políticas ambientales de su gobierno. A pesar de que el contenido del discurso se mantiene bajo sigilo, el vicepresidente, Hamilton Mourão, que preside el Consejo de la Amazonía, declaró a periodistas el lunes (21) que la cuestión ambiental será el tema del pronunciamiento. “El presidente va a hablar de la Amazonía. En principio va a mostrar aquello que estamos haciendo. Tenemos además la creación del Consejo [de la Amazonía], la creación de la operación Verde Brasil 2, un esfuerzo del gobierno por combatir las ilegalidades, lo que no es simple, no es fácil y estas continúan ocurriendo, desgraciadamente”, admitió.   

Desde el año pasado, Brasil ha sido blanco de críticas internacionales debido a los incendios florestales ocurridos en la región. Si repite la misma táctica usada en el podio de la ONU, el presidente va a tratar de vender a los demás jefes de Estado la imagen de un país en el que la deforestación creciente de la Amazonía y, más recientemente, los incendios sin precedentes en el Pantanal, que ya destruyeron más de 3 millones de hectareas, no pasan de invención de los medios de comunicación nacionales e internacionales.   

Pero números del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) muestran que este año ya se identificaron 69.527 focos de calor sólo en la Amazonía, 13% más que lo registrado en todo el año pasado, que ya había sido el peor resultado en más de una década. El mayor aumento en 2020 fue observado en el Pantanal, donde se detectaron 15.894 focos, número que es más que el triple del balance de 2019 (5.285). Actualizados todos los días, los datos del INPE son públicos y accesibles a toda la población. La institución mantiene una plataforma en internet donde se puede seguir la información sobre quemas en todos los biomas, regiones y estados del país. 

La situación es tan preocupante que Brasil ha sufrido una presión inédita en el escenario internacional. En junio, por ejemplo, fondos internacionales de inversionistas, que gestionan activos de cerca de 21 billones de reales (3,8 billones de dólares) reclamaron acción más efectiva de Brasil en el área ambiental. Una carta abierta se envió a embajadas de Brasil en por lo menos tres continentes y Mourão realizó reuniones con empresarios para explicarse. Algunos países europeos, como Austria y Holanda, ya aprobaron mociones para no ratificar el acuerdo comercial entre Unión Europea y Mercosul, firmado el año pasado, y que depende de confirmación unánime de todas las naciones integrantes de los dos bloques. 

En el episodio más reciente, una alianza histórica entre más de 230 instituciones, incluyendo grandes empresas del agro negocio y organizaciones no gubernamentales (ONG) vinculadas a la cuestión ambiental, llegó a proponer al gobierno federal, la semana pasada, una serie de acciones para contener la deforestación en la Amazonía. 

Para el periodista Gilberto Maringoni, profesor de relaciones internacionales de la Universidad Federal de ABC (UFABC), en São Paulo, Bolsonaro va a mantener su estrategia de defenderse atacando. 

"El es completamente imprevisible y alucinado. La imprevisibilidad es su forma de atacar. Lo que va a intentar hacer es no quedarse en la defensiva y hacer un discurso acusando a los países ricos. Es un discurso frágil, cualquiera ve lo que está sucediendo en la Amazonía, las quemas en el Pantanal, pero el insistirá en la postura negacionista", dice.

La asamblea virtual también debe aliviar la tensión geopolítica que normalmente se apodera de la ONU en ese período. "No hay manifestación, ninguna delegación se retirar del plenario durante su discurso, que fue grabado en el confort del Palacio de Planalto", apunta Maringoni.

Sobre el peligro de que Brasil comience a sufrir sanciones comerciales como consecuencia de la actuación ambiental irresponsable del presidente, el profesor de la UFABC es un poco más escéptico. "El comercio internacional se rige por la practicidad. Si un país como China encuentra un proveedor de carne y soja, que suministre con calidad parecida, precios competitivos y de forma constante, Brasil estaría más seriamente amenazado, pero ese escenario aún no se configura. Además de eso, el dólar alto favorece mucho las exportaciones brasileñas", analiza Maringoni.

Pandemia en Brasil

Otro punto a ser abordado en el discurso de Bolsonaro será la pandemia de la covid-19. El presidente debe reiterar su posición de que las consecuencias económicas de la crisis deben ser tratadas con la misma prioridad que las cuestiones de salud. Con el registro de más de 4,5 millones de casos y 137.200 fallecimientos, Brasil ocupa el tercer lugar en número de infecciones y el segundo en muertes, según el panel de datos mantenido por la Universidad Johns Hopkins, de los Estados Unidos. Además de eso, bajo el liderazgo de Bolsonaro,  Brasil fue uno de los países que menos siguió las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para contener el avance de la pandemia.

Edición: Rodrigo Durão Coelho