Minera VALE

"La gente sigue muriendo" después de 2 años, dice afectada por represa en Brumadinho

Sin reparación, víctimas luchan contra enfermedades emocionales y temen no sobrevivir hasta pago de indemnización

Traducción: Pilar Troya

Brasil de Fato | Brasília (DF) |
Afectados relatan consecuencias emocionales del crimen de Brumadinho, dos años después - MAB/Divulgação

El rompimiento de la Represa de Córrego do Feijão, en Brumadinho (estado de Minas Gerais), continua causando víctimas todos los días desde que el crimen fue cometido hace exactamente dos años, el 25 de enero de 2019. Es lo que denuncia Joêlisia Feitosa, afectada en la ciudad de Juatuba, en el lecho del rio Paraopeba.

Aún sin reparación, el crimen sacudió profundamente a los moradores sobrevivientes, que hoy luchan contra la depresión, la ansiedad e intentos de suicidio, como relata Feitosa.

“Las personas siguen muriendo diariamente. Personas que ni siquiera forman parte de las estadísticas, pero que mueren de diversas enfermedades causadas de forma directa e indirecta por este crimen de Vale, personas que sienten en la piel, que mueren de depresión, muchos intentos de auto exterminio y muchas enfermedades causadas por tristeza, porque la dignidad de las personas ha sido golpeada”, dice.

Además de los problemas emocionales, también faltan recursos naturales: agua y comida rarean en la región después del derrame de los relaves. Joêlisia afirma tener miedo de que las familias no sobrevivan hasta que se emita una decisión judicial.

“Nuestro miedo es que no haya recursos para nuestra sobrevivencia, nuestra garantía de manutención de la comida en la mesa, diariamente, hasta que la decisión jurídica venga, para que tengamos condiciones de mantenernos vivos, de pie, permanecer en la lucha. No vemos mucha alternativa a no ser continuar en esta lucha. Mientras tanto, la Vale se aprovecha de nuestras vulnerabilidades y va ganando terreno. No podemos, de forma alguna, desanimarnos”, convoca.

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Todavía sin indemnización de Vale

La afectada apela a la Justicia para que de respuesta a las familias y que Vale pague la indemnización estipulada por el Estado, por el valor de R$ 54 millones (US$ 10 millones). “Queremos de vuelta la dignidad que nos quitaron. No queremos limosna, no queremos piedad. Queremos dignidad y justicia. Y justicia sólo con lucha y organización”, declara.

Para Juan Pablo, de la coordinación del Movimiento de los Afectados por Represas (MAR), colectivo internacional de afectados por este tipo de infraestructuras, los intentos de acuerdos individuales que Vale viene haciendo para no pagar toda la indemnización son para perpetuar violaciones.

“Esa propuesta de acuerdo global que está haciendo la Vale no es más que una estrategia para perpetuar la violación de los derechos humanos”, afirma.

Juan lamenta que la Justicia brasileña esté connivente con la empresa. “La Vale es una empresa criminal. Hoy, con dolor en el pecho, estamos descubriendo que no es sólo la Vale. Es el Poder Judicial, es el Estado que está dando respuestas negativas con la estrategia que tiene Vale”, considera.

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Sin agua potable

Joceli Andreoli, de la coordinación nacional del Movimiento de Afectados por Represas (MAB por su sigla en portugués), también resalta la grave situación de las familias. “La situación de las familias afectadas es una situación bastante grave, bastante crítica en este momento. Muchas familias están sin agua potable, el agua está contaminada, las familias están viviendo un caos en términos de agricultura, de pesca. Son muchas familias que dependían del rio Paraupeba”, detalla.

El dice que teme nuevos crímenes parecidos a los de Brumadinho y Mariana. “Estamos muy preocupados porque en Brasil, no se tomaron providencias suficientes para evitar que sucedan nuevos crímenes. La empresa queda impune, se zafa de reparar integralmente los afectados y afectadas y, por lo tanto, el pueblo más pobre paga la cuenta”.

Que dice Vale

En nota, Vale afirma estar “empeñada en reparar integralmente los afectados y las comunidades impactadas”. Según la empresa, hay un “diálogo constructivo con el Gobierno de Minas y las instituciones de Justicia” para un posible acuerdo con las poblaciones perjudicadas.

La empresa habla de “reparar los daños causados de manera justa y ágil” y dice estar priorizando iniciativas y recursos para ese fin.

Sobre los acuerdos, la empresa dice que está “comprometida en indemnizar, de forma justa y veloz a todos los impactados”. Según el comunicado de la empresa, ya se pagaron más de R$ 2 billones (US$ 373 millones) en indemnizaciones, por medio de 3.800 acuerdos firmados.

“Desde las primeras horas después de la ruptura, dos años atrás, la empresa ha cuidado de las familias impactadas, prestando asistencia para restaurar su dignidad, bienestar y medios de subsistencia. Además de atender a las necesidades más inmediatas de las personas y regiones afectadas, actúa también en la entrega de proyectos que promuevan cambios duraderos para recuperar las comunidades y beneficiar a la población de forma eficaz. Reparar los daños causados de manera justa y ágil es fundamental, y Vale ha priorizado iniciativas y recursos para este fin”, afirma Vale.

Las personas afectadas psicológica y emocionalmente, la empresa dice que pone a disposición un programa de asistencia integral. “A todas las personas indemnizadas, la empresa también pone a disposición el Programa de Asistencia Integral al Afectado, que ofrece, durante dos años, apoyo psicosocial, educación financiera, orientaciones para la compra de inmuebles y para la recuperación productiva. Eso permite que las familias puedan planear el futuro ante las nuevas condiciones económicas y socioambientales. Más de 3.000 personas ya se sumaron al programa, que es voluntario y gratuito”.

Por fin, Vale niega que a los habitantes les esté faltando agua. La empresa garantiza que envía tanqueros diariamente a la región. "Son 55 tanqueros, que juntos recorren 11 mil kilómetros diarios en promedio, llevando agua para las personas elegibles y para mantener actividades productivas (dar de beber a los animal e irrigación), además de la distribución de fardos de agua mineral para uso doméstico".

Edición: Camila Maciel