El presidente Jair Bolsonaro (sin partido) volvió a participar de actos con aglomeraciones este domingo (17), para saludar a sus seguidores que se juntaron frente a la rampa del Palacio de Planalto, en medio de la pandemia de covid-19, que ya victimó a más de 15 mil personas en el país.
En la transmisión en vivo por su página en Facebook, Bolsonaro afirmó que no había “ningún letrero contra la Constitución, o que atente al Estado Democrático de Derecho”. Sin embargo, antes de su llegada al acto, la seguridad de la presidencia pidió la retirada de pancartas contra el Congreso Nacional y el Supremo Tribunal Federal (STF), que llamaban a esas instituciones “saboteadoras” y pedían una nueva Constitución.
En actos anteriores, Bolsonaro endosó manifestaciones antidemocráticas que pedían el cierre de los poderes Legislativo y Judicial y el retorno de la dictadura. Estos actos, inclusive, son motivo de investigación de la Procuraduría General de la República, por atentar contra la Constitución.
Según Bolsonaro, “lo que queremos es rescatar los valores que forman nuestra nacionalidad, respetar la familia”, dijo.
Al contrario de manifestaciones anteriores, cuando berreó contra los otros poderes, Bolsonaro evitó ataques al Congreso y habló de “días mejores para nuestra población, en especial por los poderes Legislativo y Ejecutivo”. En su discurso, Bolsonaro no se refirió al STF, que impidió actos recientes del presidente, como el nombramiento de Alexandre Ramagem como director de la Policía Federal. El intento de interferencia en el órgano también es investigada por el Supremo.
Además de ministros, acompañaban al presidente durante el acto sus hijos Eduardo y Carlos Bolsonaro, respectivamente diputado federal por São Paulo y concejal por Rio de Janeiro.
El presidente también volvió a irrespetar las reglas de distanciamiento social al tomar a un bebé en su regazo y saludar a ministros.
