En su primer discurso ya posesionado como presidente de la República, en la tarde del domingo (1), Luiz Inácio Lula da Silva (PT) criticó al gobierno de Jair Bolsonaro (PL). Sin mencionar su nombre, lanzó duros ataques contra el ex presidente, que abandonó la presidencia y se marchó a Estados Unidos el pasado viernes (30).
"El mandato que hemos recibido, frente a adversarios inspirados por el fascismo, será defendido con los poderes que la Constitución confiere a la democracia. Al odio, responderemos con amor. A la mentira, con la verdad. Al terror y a la violencia, responderemos con la ley y sus más duras consecuencias", dijo Lula.
Los valores del bolsonarismo fueron criticados por el presidente, que reclamó un nuevo espíritu de valores en la conducción del país y en las calles. "Bajo los vientos de la redemocratización, decíamos: ¡dictadura nunca más! Hoy, tras el terrible reto que hemos superado, debemos decir: democracia para siempre".
En otro pasaje, el presidente lamentó las consecuencias del gobierno de Bolsonaro y las condiciones en las que recibe el país. "Es sobre ruinas terribles que asumo el compromiso, junto con el pueblo brasileño, de reconstruir el país y hacer de nuevo un Brasil de todos y para todos", explicó Lula.
"El diagnóstico que recibimos del Gabinete de Transición es espantoso. Han vaciado los recursos para Salud. Han desmantelado la Educación, la Cultura, la Ciencia y la Tecnología. Destruyeron la protección del Medio Ambiente. No dejaron recursos para la alimentación escolar, la vacunación, la seguridad pública", lamentó el presidente.
El petista criticó el clima belicoso en el país, alimentado por Bolsonaro y sus seguidores y anunció que debe anular algunas de las principales medidas de su antecesor cuando aún ocupaba el Palacio de Planalto. "Estamos revocando los decretos penales para ampliar el acceso a armas y municiones, que tanta inseguridad y tanto daño han causado a las familias brasileñas. Brasil no quiere más armas; quiere paz y seguridad para su pueblo".
La pandemia de coronavirus recibió especial atención de Lula en su discurso. El petista recordó a los muertos por la enfermedad y criticó el manejo de la crisis epidemiológica por parte del gobierno de Jair Bolsonaro.
"El periodo que termina estuvo marcado por una de las mayores tragedias: el COVID-19. En ningún otro país la cantidad de víctimas fatales ha sido tan alta en proporción a la población como en Brasil, uno de los países más preparados para enfrentar emergencias sanitarias, gracias al Sistema Único de Salud (SUS)", lamentó la presidenta, que insistió en el tema.
"Esta paradoja sólo puede explicarse por la actitud criminal de un gobierno negacionista e insensible ante la vida. Se deben investigar las responsabilidades de este genocidio y no deben quedar impunes. Lo que nos corresponde, en este momento, es solidarizarnos con las familias de las casi 700.000 víctimas", concluyó Lula.
