Ese miércoles (24) por la noche, tras el juzgamiento del ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, 26 jóvenes fueron detenidos por la policía de Rio Grande del Sur en la ciudad de Porto Alegre, local del juicio.
Los jóvenes son militantes de movimientos populares brasileños, como del Levante Popular de la Juventud y del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), además de midiactivistas del grupo Mídia Ninja.
Según los relatos, los manifestantes fueron detenidos en la calle y conducidos a la casa de uno de ellos, donde la polícia revolvió sus pertenencias.
Según el comunicado del grupo Levante Popular da Juventude, "la criminalización de la izquierda y de las luchas populares hace parte del golpe a la democracia en el país. Ante el desmantelamiento de los derechos históricamente conquistados y del Estado brasileño, pretenden infundir temor en los manifestantes. Quieren reprimir nuestros sueños, nuestra capacidad de indignarnos y principalmente quieren que la juventud no sepa que solo el pueblo organizado tiene el poder de transformar la realidad".
De los 26 jóvenes detenidos por la polícia, diez fueron liberados. Ahora los otros 16 esperan su traslado a la cárcel central de la ciudad. Son trece mujeres y tres hombres. Una persona que no integraba ninguno de los grupos de personas detenidas y solo pasaba por la calle, tomó fotos de la acción de la polícia y también fue detenida e pasó la noche esposada en la comisaría.
