REPRESENTATIVIDAD

Campesinas/os brasileños se gradúan en derecho con desafío de cambiar la Justicia

PRONERA, programa de acceso a educación superior para asentados de la reforma agraria, cumplió 20 años

Brasil de Fato, en São Paulo |
La tercera promoción del PRONERA graduada en derecho por la UEFS
La tercera promoción del PRONERA graduada en derecho por la UEFS - Reproducción

Históricamente elitista y conservador, el sistema judicial brasileño está marcado por la falta de representación popular y su frecuente actuación para criminalizar movimientos populares. Los controversiales juicios que siguieron a la Operación Lava Jato, marcados por la persecución a importantes líderes de izquierda, como el ex ministro José Dirceu y el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, mancharon aún más la reputación del sistema judicial.

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Es en este contexto que 37 asentados se graduaron en derecho, gracias al Programa Nacional de Educación en la Reforma Agraria (PRONERA), con el sueño de actuar como abogados populares o de seguir la magistratura. La graduación de la promoción, tercera en el curso por el programa, ocurrió este sábado (21) en la Universidad Estadual de Feira de Santana (UEFS), en Bahia.

Uno de los graduados es Aldenir Gomes da Silva, de 29 años, que creció en el Asentamiento Palmares II, en el municipio de Nina Rodrigues, en el norte en Maranhão. Ahora, graduado en derecho, el evalúa el desafío de actuar en ese contexto.

"Nuestra promoción se forma en un escenario muy emblemático, muy difícil y de muchas contradicciones, de criminalización de los movimientos sociales. Para nosotros, es un desafío muy grande. Vemos la forma en que está siendo tratada nuestra Constitución, el derecho laboral… Estudiamos frente a una contradicción muy grande en el campo jurídico", afirma.

Aldenir relata que, cuando niño, el derecho nunca estuvo en sus planes por lo elitista del curso.

"Tuve un cierto anhelo [de hacer el curso], pero el derecho llegó de una manera inusitada hasta porque yo lo consideraba una cuestión distante. Estudiar derecho para un hijo de asentados, en el campo, es una dificultad muy grande", cuenta el estudiante. "Es un sueño, pero es un sueño colectivo. Es un sueño personal, de la familia, pero, sobre todo, colectivo de la clase trabajadora".

Con una trayectoria semejante, la estudiante Naiara Santos, de 26 años, afirma que la posibilidad de cursar derecho era, para ella, algo distante. Ella es del Asentamiento Vale da Conquista, en el municipio de Sobradinho (estado de Bahia), y es militante del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST).

"Estaba en la expectativa de este curso. Desde el momento que surgieron las primeras ideas de la promoción en Bahia, yo estaba a la espera", cuenta. Ella pretende seguir trabajando como abogada y, tal vez, actuar en la fiscalía.

"Nosotros, en tanto campesinos, trabajadores rurales y militantes de nuestras organizaciones, tenemos ese papel de estar aquí mañana [día 21 de julio] recibiendo el diploma de licenciatura en derecho con ese compromiso de continuar en la militancia y proseguir con la lucha"

Perfil de las y los estudiantes

La primera promoción que estudió derecho por el PRONERA se graduó en 2012 en la Universidad Federal de Goiás (UFG), y, la segunda, en la Universidad Estadual de Bahia (UEBA), en 2017.

Además de la promoción que finaliza el curso este mes en la UEFS, otras cuatro promociones de derecho del PRONERA están en curso en el país: en la Universidad Federal del Sur y Sudeste de Pará (UNIFESSPA), en la Universidad Federal de Paraná (UFPR) y otra promoción en la UFG.

Según el último Censo Educativo, realizado en 2016 por el Instituto Nacional de Estudios e Investigaciones Educativas Anísio Teixeira (INEP), derecho es el curso con el mayor número de estudiantes en Brasil, con más de 850.000 alumnos matriculados.

Los estudiantes que integran la tercera promoción vienen de 11 estados y representan a siete movimientos populares: MST, Movimiento de Afectados por Represas (MAB por sus siglas en portugués), Movimiento de las Comunidades Populares (MCP), Movimiento de Pequeños Agricultores (MPA), Movimiento de Lucha Campesina (MLC), Pastoral Rural y Vía Campesina.

Dos 40 alumnos que iniciaron el curso, apenas tres no se van a graduar - una tasa de deserción de 7,5%. La media nacional en derecho es de 54,2%, según el INEP. O sea, más de la mitad de los matriculados en el curso desisten o cambian de curso durante la graduación.

Además de eso, 13 de los 37 alumnos ya aprobaron el examen de la Orden de Abogados de Brasil (OAB) el primer semestre de este año, antes incluso de la conclusión del curso.

Recortes presupuestarios

El programa pasó por una desestructuración, resultado de la Enmienda Constitucional 95, que congeló la inversión pública por 20 años.

En 2015, los recursos para el PRONERA sumaban US$ 8,6 millones, mientras los recursos en 2017 cayeron a US$ 3,8 millones. En 2018, el presupuesto destinó apenas US$ 2 millones al programa, una caída de 76%, comparado con 2015.

Los recortes, según la profesora de derecho de la UEFS, Flavia Pita, pueden impactar a las otras 14.500 personas que esperan por cursos que estaban por ser implementados desde la Educación de Jóvenes y Adultos (EJA) hasta el posgrado. 

"Desde el golpe, el PRONERA ha sufrido una política de vaciamiento. El riesgo de que acaben con la política, en mi opinión, es grande", lamenta. Pita relata que hay una baja deserción en el curso y aprobación significativa del examen de la OAB, incluso con todas las dificultades presupuestarias.

"Son todos estudiantes que tienen una historia de formación escolar atípica para estudiantes de derecho: vinieron de escuelas públicas, son trabajadores rurales. Hay desde camioneros hasta agricultores en la promoción", afirma la profesora.

"Los trabajos monográficos son de una calidad impresionante; ellos consiguieron producir mucho para publicación. Estamos lanzado un libro sólo de artículos de estudiantes", cuenta.

Es lo que también puntúa Aldenir: "pese al desmantelamiento de las políticas públicas y de los derechos sociales, que fueron históricamente conquistados y están siendo eliminados, es también un momento de reflexión para que pensemos que necesitamos, más que nunca, empoderarnos y apropiarnos de ese conocimiento para resistir", dice.

¿Qué es el PRONERA?

El programa cumple 20 años en 2018. Fue implementado en abril de 1998, después una extensa lucha de los movimientos populares para ampliar el acceso de personas beneficiarias de la reforma agraria a la educación. Desde 2001, el programa está vinculado al Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (INCRA).  

Flávia Pita, que también es fiscal del estado de Bahia, reitera la importancia de la ocupación institucional y de las universidades.

"Hoy, es cada vez más público para Brasil cuanto el derecho es un espacio de producción de hegemonía y que mantener a las clases populares lejos de ese espacio es importante. El Ministerio Público entró con una acción contra la existencia de la promoción de Goiás. Es una experiencia que hasta hoy encuentra resistencia", dice Flavia.

Hasta 2016, el PRONERA había formado 180 mil alumnos de áreas de la Reforma Agraria, siendo cerca de 170 mil graduados por la EJA, nueve mil graduados en el nivel medio. Más de cinco mil alumnos que concluyeron la educación superior y 1.765 especialistas graduados por el programa, según datos del INCRA.

Edición: Diego Sartorato | Traducción: Pilar Troya