LEGADO

Homenajes marcan la muerte de Pedro Casaldáliga, el obispo del pueblo

Reconocido en Brasil por su intensa labor social y defensa de los más pobres, el obispo falleció el sábado, 8 de agosto

Traducción: Luiza Mançano

Brasil de Fato | São Paulo (SP) |
Nacido Pere Casaldàliga i Pla en la provincia de Barcelona, el obispo dedicó su vida a los derechos de los pobres - Bárbara Lopes

Falleció el último sábado (8) Don Pedro Casaldáliga Plá, obispo emérito de la Prelatura de São Félix do Araguaia, en Mato Grosso (región centro oeste de Brasil), y Misionario Claretiano. Él estaba ingresado en una Unidad de Cuidados Intensivos en el Hospital Santa Casa de Batatais, en el interior de Sao Paulo y murió víctima de una embolia pulmonar.

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El cuerpo de Casaldáliga será sepultado este martes (11) en la ciudad de São Félix do Araguaia, tras su velorio en el lugar donde estaba internado y su traslado hacia Mato Grosso.

El líder religioso estaba internado en el Hospital de São Félix do Araguaia y fue trasladado al hospital en Batatais, a 354 km de la ciudad de Sao Paulo, el 4 de agosto por la noche después de presentar síntomas respiratorios severos. A los 92 años de edad, Casaldáliga sufría de mal de Parkinson -- el “hermano Parkinson”, como lo llamaba -- y tenía una secuela permanente en sus pulmones tras una neumonía contraída durante la juventud, lo que volvió más complicado su cuadro médico.

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Repercusión

Varias personalidades y líderes políticos lamentaron la muerte de Pedro Casaldáliga en sus redes sociales.

Trayectoria 

Nacido Pere Casaldàliga i Pla en el municipio de Balsareny, en la provincia de Barcelona, hijo de una familia campesina. Casaldáliga llegó a Brasil en 1968, durante la dictadura militar en el país sudamericano y se consagró obispo en 1971, cuando publicó su Carta Pastoral por “una Iglesia de la Amazonía en conflicto con el latifundio y la marginalización social”. El documento fue reconocido internacionalmente y marcó el perfil del misionero como vocero de los indígenas y campesinos.

El obispo también fue uno de los fundadores del Consejo Indigenista Misionero (CIMI) y de la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT) que hasta hoy actúa en la defensa de los pueblos indígenas, originarios y trabajadores del campo.

En una entrevista concedida a Brasil de Fato en 2009, Don Pedro Casaldáliga aseveró la importancia de los movimientos populares, especialmente en Latinoamérica.

“Desde hace tiempo, sobre todo en el Tercer Mundo, concretamente en Brasil y en Nuestra América, se ha proclamado que solo la participación activa, pionera, de los movimientos sociales puede rectificar la dirección de una política de privilegios para pocos y de exclusión para la desalentada mayoría (...) el movimiento social organizado, presente en el cotidiano del pueblo es siempre más urgente, como una especie de “vanguardia colectiva”, dijo.

El legado de Casaldáliga a los movimientos y organizaciones populares es su dedicación a la lucha contra las desigualdades, la pobreza y el neoliberalismo, cómo comentó también en su charla con el periodista brasileño Nilton Viana.

“La alternativa es creer de verdad que ‘otro mundo es posible’ y entregarse individualmente y en comunidad o grupo solidario y hacer real ese ‘mundo posible’. El capitalismo neoliberal está en la raíz de esta crisis y solo hay un camino para que la justicia y la paz se impongan en este mundo: socializar las estructuras, cuestionando de hecho la desigualdad socioeconómica, la absolutización de la propiedad y la propia existencia del Primer y Tercer Mundo, para construir un solo mundo, igualitario y plural.

El “obispo de los pobres”, como es conocido,también fue un escritor y poeta. En sus versos abordó la urgencia de la reforma agraria y de la lucha contra el agronegocio:

"¡Malditas sean todas las cercas!

¡Malditas todas

las propiedades privadas

que nos privan de vivir y de amar!

¡Malditas sean todas las leyes,

amañadas por unas pocas manos

para amparar cercas y bueyes

y hacer la Tierra esclava

y esclavos los humanos!

¡Otra es la tierra nuestra, hombres , todos!

¡La humana Tierra libre, hermanos!”

 

Edición: Luiza Mançano, José Eduardo Bernardes e Marina Selerges