ECONOMÍA

La dolarización de Venezuela genera un boom de tiendas de productos importados

El sector privado elude el bloqueo y sustituye al Estado en el suministro de bienes

Traducción: Luiza Mançano

Brasil de Fato | Caracas (Venezuela) |
Los bodegones son tiendas especializadas en productos importados, que acaban ganando la competencia al poder por evadir los impuestos sobre la compra y venta de mercancías - Michele de Mello / Brasil de Fato

En los últimos seis años de bloqueo, Venezuela ha sufrido una serie de deformaciones en su economía. Con una reducción del 60% del Producto Interior Bruto (PIB) y de la actividad petrolera, las importaciones se han transferido del sector público al privado. Aliado al reciente proceso de dolarización forzada, el país experimenta ahora un boom de bodegones, establecimientos especializados en la venta de productos importados. Hay de todo: alimentos básicos, productos de limpieza e higiene personal, dulces, bebidas y medicamentos.

Los primeros bodegones surgieron en 2016, cuando el país vivió la mayor crisis de abastecimiento de la historia reciente. Mientras en las calles aparecían los llamados bachaqueros – personas que vendían productos de contrabando a precios hasta tres veces superiores al precio original –, en las zonas de clase media alta, las "bodegas" ofrecían productos importados.

Este fue el caso de Lorena Smith, que pensaba emigrar, pero decidió quedarse en el país y abrir una bodega con su familia el año pasado.

El debate actual gira en torno a las formas en que el Estado puede aumentar los ingresos procedentes de esa actividad comercial. Como Lorena, propietaria de Caracas Market, la mayoría de los propietarios de bodegas importan utilizando el servicio "puerta a puerta", en el que contratan a una empresa de transporte y compran los productos en mercados mayoristas de Estados Unidos y Europa.

"[Compramos en] Estados Unidos, más que todo Miami, tenemos también familiares en España que nos envían algún tipo de productos en específico, que siempre nos piden. También compramos por Amazon, tenemos muchos proveedores acá, personas que traen al mayor”, explica la comerciante.

En ese tipo de envío, un contenedor con productos variados puede costar de US$ 7 mil a 7,5 mil, casi tres veces más que la importación por el modelo convencional, que sería la "nacionalización" de los productos.

“ Lo que pasa con la nacionalización es que muchas veces los proveedores te obligan a hacer la compra de un contenedor completo, de un solo artículo. Es mucho más caro porque estos productos no necesariamente tienem que cumplir con las normativas venezolanas”, cuenta Briggite Mendoza, asesora empresarial.


Aunque hayan surgido en zonas de clase media-alta, hoy los bodegones se han convertido en una alternativa de consumo para todos los estratos sociales de Venezuela - Michele de Mello/Brasil de Fato

Además de evadir los impuestos aduaneros, los propietarios de bodegones también evitan pagar el 16% del impuesto sobre el valor añadido (IVA) en el momento de la venta, ya que priorizan el uso de sistemas de pago internacionales, como Zelle, criptomonedas o reciben el valor de la mercancía en dólares o euros en efectivo.

Por ello, la Asamblea Nacional debate una propuesta de reforma fiscal para adaptar la legislación a este nuevo nicho de mercado.

La ministra de Comercio Nacional, Eneida Laya Lugo, se reunió con los dueños de los bodegones para negociar, y el presidente de la Comisión de Economía de la Asamblea Nacional, Jesús Faría, también aseguró que los legisladores quieren escuchar a los consumidores para que encuentren una solución.

“La dependencia al petroleo nos condujo a eso, a descuidar la eficiencia en la recaudación del impuesto. Las instituciones hacen un extraordinario esfuerzo pero las prácticas de evasión son muy viejas, están bien consolidadas. Y ahi también se prepara una nueva ofensiva para recaudar lo que se tiene que recaudar con la estructura que hay en esto momento.”, afirma el parlamentario del partido gobernista, PSUV.


Desde 2019, Venezuela vive un proceso de dolarización forzada, hoy ya es común encontrar productos y servicios con precios en dólares - Michele de Mello/Brasil de Fato

Libre circulación de dólar

Venezuela vive 42 meses de hiperinflación, el tercer proceso más largo de la historia. Para intentar controlar el ritmo de la inflación, el Banco Central ha comenzado a frenar la emisión de la moneda nacional, el bolívar soberano.

Si por un lado la medida parece funcionar, ya que Venezuela tuvo una tasa de inflación acumulada del 46,6% en el primer trimestre del año, por otro lado, la falta de bolívares ha aumentado la circulación de dólares en el país. Sin embargo, la devaluación del tipo de cambio bolívar-dólar no ha seguido el ritmo de la desinflación, lo que constituye otro punto favorable a las importaciones.

En 2020, alrededor del 61% de las transacciones se realizaron en dólares, según la empresa Datanálisis. El Estado también comenzó a permitir la apertura de cuentas en moneda extranjera y estableció el cobro de algunas tarifas en dólares, como es el caso del combustible en las estaciones que ofrecen "precios internacionales".

También el año pasado, las importaciones crecieron un 9,37%, representando unos 5.700 millones de dólares. La producción nacional, por su parte, ha disminuido cerca de un 80% en los últimos cinco años, según la Asociación de Exportadores de Venezuela.

Las importaciones versus la producción nacional

Para el economista Luis Salas, una serie de medidas económicas adoptadas por el Gobierno han contribuido a priorizar las importaciones en detrimento del fomento a la producción nacional.

La cronología de las acciones:

2016

En 2016, la Alcaldía de Caracas, en ese momento encabezada por Jorge Rodríguez, actual presidente de la Asamblea Nacional, y el gobierno bolivariano lanzaron el PAC: Plan de Abastecimiento Complementario, que dispensaba de impuestos la compra de productos importados de la canasta básica.

Por otro lado, el mismo año, el presidente Nicolás Maduro lanzó el Comité Local de Abastecimiento y Producción (CLAP) para garantizar los alimentos a los sectores más vulnerables. El programa atiende a unos 6 millones de familias venezolanas y se articula a través de organizaciones comunitarias de base.

2017

Con el agravamiento de las sanciones económicas, Venezuela dejó de pagar su deuda externa para priorizar el gasto nacional. Debido al embargo, la decisión del ejecutivo venezolano ha restringido aún más sus opciones de crédito internacional.

2018

En junio de 2018, el Gobierno decidió reducir el cobro de impuestos a las importaciones, delegando al sector privado la tarea de abastecer el mercado interno.

Meses después, el gobierno eliminó la política de precios acordados y el control de cambios. Hasta ese momento, era el Estado quien recogía las divisas y las vendía al sector en una especie de subasta, a la vez que ofrecía dólares a precios subvencionados para sectores estratégicos, como la importación de alimentos.

2019

El Banco Central de Venezuela (BCV) comienza a restringir la liquidez de la moneda nacional. Como los venezolanos tenían menos acceso a los bolívares, optaron por la moneda estadounidense para comprar productos básicos. Desde los apagones de marzo de 2019, el dólar comenzó a utilizarse como medio de pago de forma libre.

2020

Ya en 2020, el gobierno asume que la dolarización es una realidad en todo el país. Maduro reconoce que es una deformación generada por el bloqueo, pero cree que es benéfico para la nación.

“Nosotros tuvimos que derogar el control de cambio porque en ese momento ya se hacía inservible, había que oxigenar a la economía y eso permitió que actores de la economía trajeran sus dólares y con esos dólares impulsaron un conjunto de negocios y actividades productivas. Entre eses negocios, no es una actividad productiva, pero entre esos negocios, están los bodegones. Hay una oferta amplia de bienes para la población, sobre todo un sector determinado de la economía", afirma el presidente de la comisión de Economía de la Asamblea.


Las bodegas ofrecen todo tipo de productos de importación - bebidas, carne, queso, alimentos básicos y productos de limpieza - Michele de Mello/Brasil de Fato

La escasez de combustible, los problemas de abastecimiento de agua y energía y el deterioro de las carreteras nacionales implican altos costes de producción, lo que hace más atractivas las importaciones.

A pesar de la exención de ciertos impuestos, para los propietarios de los establecimientos faltan más políticas de incentivos gubernamentales.

“Sin dudar, hace falta ayuda del gobierno en el sentido de terminar de dolarizar el país, que los sueldos mínimos sean en dólares, que las personas puedan ganar mucho mejor, que uno pueda ofrecerle a su empleado un mejor sueldo, eso sin duda mejoraría las ventas porque no solo un pequeño sector del país pueda acceder al bodegón, sino que sean todos. Por qué no, ¿verdad?", cuestiona Lorena Smith.

Por su parte, el ex ministro de Economía defiende que las políticas económicas deben ir encaminadas a reactivar la producción nacional y sustituir las importaciones.

"Se ha creado un conjunto de incentivos que hacen que a la larga sea más barato importar que producir. Entonces, inmediatamente se puede solucionar un problema de abastecimiento, a medio y largo plazo te puede crear otro problema. Y es un problema de soberanía y seguridad alimentaria, sobre todo siendo un país que está bloqueado", analiza.


Los dueños de las bodegas utilizan el sistema puerta a puerta para comprar productos variados a las principales cadenas de mercados mayoristas de Estados Unidos y Europa - Michele de Mello/Brasil de Fato

Escenario económico

La "bodegonomía" es un aspecto del proceso de "desbolivarización" de la economía venezolana, con la pérdida total de las tres funcionalidades del bolívar soberano: unidad de cuenta, valor de reserva y moneda de pago.

Salas cree que en los próximos años la competencia entre las distintas monedas dentro del territorio venezolano será más libre, con la presencia del dólar estadounidense, el euro, el real, el peso colombiano, las criptomonedas y la versión digital del bolívar soberano.

En medio a ese escenario, es más factible y lo veo también como más peligroso. Porque eso puede dar lugar a un caos monetario,  donde el Estado pierda en abolsuto el control, no solamente de la política monetaria, sino de la economía en términos generales y se convierte en un sálvese quien pueda", concluye.

Edición: Marina Duarte de Souza