CRISIS ECONÓMICA

Previa del PIB expone las fragilidades de la economía y la incapacidad del gobierno para actuar

El índice IBC-Br de agosto retrocedió el 1,13% con relación a julio; es la mayor caída mensual desde marzo de 2021

Traducción: Isabela Gaia

Brasil de Fato | São Paulo (SP) |
El índice que mide la actividad económica brasileña cayó 1,13% en agosto. - © Marcello Casal JrAgência Brasil

La caída del Índice de Actividad Económica (IBC-Br), medido por el Banco Central, es una señal más de la fragilidad de la economía brasileña, que no encuentra caminos para sostener el crecimiento a largo plazo. 

En opinión de economistas consultados por Brasil de Fato, el resultado presentado por el Bando Central este lunes 17 expone la ineficiencia de las medidas adoptadas por el gobierno, incluso aquellas que tienen un disfraz electoral y podrían mejorar la popularidad del candidato Jair Bolsonaro.

En agosto, la actividad económica brasileña registró una caída del 1,13% frente al mes de julio. Incluso quienes preveían que la ralentización de la economía volvería a aparecer en las cifras consideraron el índice elevado.

Bajo el apodo "previa del PIB", el IBC-Br es un mecanismo que busca anticipar el resultado del Producto Interno Bruto (PIB). El resultado del anteúltimo mes indica, por lo tanto, una retracción en la producción en el período inicial del segundo semestre.

Sin inversiones

El economista de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) Daniel Negreiros Conceição explica que el índice puede ser influenciado por factores que no necesariamente muestran que la economía está en mal estado. Para entender si esto está sucediendo, también es necesario evaluar los datos en relación con el año anterior, por ejemplo. En este caso, el análisis muestra que el IBC-Br creció el 4,86%.

Pero, según Negreiros, la caída de agosto revela más que una oscilación natural influenciada por aspectos estacionales. El resultado muestra que las medidas de Jair Bolsonaro tienen un efecto limitado debido a la crisis que el propio gobierno alimentó.

"Lo que sigue 'sacando adelante' la economía son los servicios, que son más reactivos a las transferencias de ingresos. La industria se está reduciendo. Esto refleja la ausencia absoluta de una estrategia de industrialización por parte de este gobierno. No invierten, no fomentan la inversión privada y aún así restringen el crédito en el aspecto monetario".

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Negreiros estima que la caída sería aún más significativa si se hubieran concretado las medidas de austeridad defendidas por el Ministerio de Economía desde el inicio del gobierno de Bolsonaro.

Según él, es natural que los "efectos multiplicadores" del aumento de la ayuda social Auxílio Brasil y las acciones para reducir los costos de combustible y gas de cocina aún no hayan aparecido en su totalidad. Pero el resultado inicial de las medidas ya está en la cuenta y no fue suficiente para calentar la economía ni generar algún grado de estabilidad.

"Seguramente ha captado los efectos más directos del estímulo. Además, el Auxílio Brasil más modesto, de 400 reales, estaba en vigor desde principios de año y ya exigía la flexibilización de las reglas fiscales, especialmente el 'techo de gastos'. Entonces, se mantiene el argumento de que lo que impidió que la caída fuera aún mayor -y lo que podría revertir levemente la tendencia contractiva en la estimación de septiembre y hasta fin de año- es el estímulo fiscal vía transferencias de ingresos".

Población endeudada

El profesor de economía de la Unicamp, Marco Antonio Rocha, afirma que el gobierno no ha presentado acciones que generen vectores de crecimiento en el mediano y largo plazo y se ha mostrado incapaz de mejorar el escenario también en el corto plazo.

"La economía brasileña tiene estos breves brotes de crecimiento, pero pronto se ven interrumpidos por el hecho de que la economía brasileña carece de algún vector más estructural que genere crecimiento en su conjunto."

También destaca que el crecimiento de los meses anteriores no estuvo relacionado con la reanudación de actividades en sectores que podrían incidir en resultados más sostenibles. "Las alzas anteriores las generaban el sector de servicios, que no tiene mucha capacidad para sostener un ciclo de crecimiento durante un largo período".

El profesor recuerda que una parte importante de los ingresos de las familias está comprometida con deudas y pagos obligatorios. Con niveles récord de endeudamiento y una población que aún trata de respirar después de aumentos considerables en la inflación, las soluciones presentadas por el gobierno federal tienen pocas posibilidades de tener efectos significativos.

"Cualquier recuperación en el corto plazo pasa, en cierto modo, por el consumo familiar. Si bien ha habido algunas medidas para inyectar recursos en los extremos, hay que recordar que el nivel de endeudamiento de las familias brasileñas es muy alto."

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Las oscilaciones del IBC-Br confirman la inestabilidad de la economía. En junio y julio hubo crecimiento, pero tanto abril como mayo registraron descenso. La caída de agosto fue la más significativa para un mes desde marzo del año pasado, cuando Brasil vivía uno de los momentos más dramáticos de la pandemia de covid-19.

Edición: Nicolau Soares e Flávia Chacon