SOBERANÍA

Brasil tiene la 1ra experiencia de gestión colectiva de energía eléctrica en América Latina

El desarrollo de una planta fotovoltaica reveló beneficios económicos y datos importantes sobre la calidad de la energía

Traducción: Isabela Gaia

Brasil de Fato | Belo Horizonte (MG, Brasil) |
Planta Fotovoltaica Flotante Santa Marta en Grão Mogol, en el interior del estado de Minas Gerais, Brasil. - Foto: Divulgação/Creral

En funcionamiento desde marzo de este año, la Planta Fotovoltaica Flotante instalada en la Pequeña Central Hidroeléctrica (PCH) Santa Marta, en Grão Mogol, en el norte de Minas Gerais, Brasil, tiene una capacidad de generación de 1,2 megavatios, suficiente para abastecer a 1.250 familias.

Además de su potencial innovador, ya que optimiza dos fuentes de producción de energía eléctrica en un solo proyecto, la propuesta de gestión y distribución de la producción de la planta es inédita en América Latina.

Esto se debe a que la producción generada por los 3.070 módulos solares será administrada por una asociación formada por familias del territorio donde está instalado el emprendimiento. La propuesta es el resultado de una construcción colectiva, desarrollada a lo largo de cinco años.

Quiénes administran

Además de los indicadores socioeconómicos, la participación es un criterio fundamental para la asociación de las familias Veredas Sol e Lares, la entidad que administra la planta.

"Nuestro propósito es sobre todo inspirar otros proyectos en Brasil. Inspirar políticas públicas para el sector energético, que sumen la participación social, el desarrollo de investigaciones populares, combinado con la elaboración de un plan regional de desarrollo social que atienda las demandas de la población", explica Luís Shikasho, coordinador de proyectos de la Asociación Estadual para la Defensa del Medio Ambiente y Social (AEDAS), el organismo responsable de la ejecución del proyecto.

Observatorio social

El plan de desarrollo regional mencionado por Shikasho es otro de los frutos de la Planta. Uno de los objetivos del proyecto, además de la generación de energía, fue capacitar a las familias beneficiarias como investigadores sociales. Con diferentes metodologías, como mapas visuales, maquetas, seminarios y elaboración de arpilleras (imagen de patchwork o bordado), los participantes relevaron numerosos datos sobre los 21 municipios participantes.

Los estudios contaron con la contribución de instituciones educativas, como la Universidad Federal dos Vales do Jequitinhonha e Mucuri (UFVJM), y contaron con 80 investigadores. La alianza resultó en la creación del  Observatório Social dos Vales do Semiárido Mineiro (Observatorio Social de los Valles de la Región Semiárida de Minas Gerais).

Los datos revelados por el grupo mostraron, por ejemplo, la mala calidad y el precario acceso de los residentes a la electricidad. La investigación también señaló las consecuencias que enfrenta la población con la instalación de emprendimientos exploratorios en la región, como la minería y el monocultivo de eucalipto.

"Ese cuento de que los grandes proyectos de desarrollo traen 'soluciones' a la región siempre tiene un gran impacto en estas comunidades, ya que les quitan las condiciones de autonomía y trabajo", destaca la profesora e investigadora de la UFVJM, Ivana Cristina, una de las coordinadoras del Observatorio.

"Además de impactar en la calidad de vida de la población, afectando el agua, la tierra, etcétera", agrega la investigadora.

Energía solar asequible para la gente

En opinión de Aline Ruas, que vive en el territorio y coordina el Movimiento de Afectados por Represas (MAB), el principal aporte que trae el proyecto de la Planta y la asociación Veredas Sol e Lares son las innovaciones tecnológicas que no atienden el interés del mercado, sino de la población.

"Si el pueblo participa y el pueblo se beneficia, es lo que llamamos soberanía energética, un proyecto energético popular. Veredas es una pequeña parte del proyecto de energía popular para Brasil, donde se cambia la fuente y la tecnología, pero con el objetivo de satisfacer los intereses de la gente de ese lugar. Donde la gente, que ha sido desposeída por varias otras empresas, es la beneficiaria de un proyecto que ayudó a construir. Esta es la transición energética en la que creemos. Para nosotros, no tiene sentido que la energía solar sea solo para los ricos", refuerza.

Próximos pasos

Hasta el momento, 600 de las 1.250 familias que se beneficiarán de la producción de la Planta Fotovoltaica Flotante (UFVf) ya están registradas como miembros de la Asociación Veredas Sol e Lares. El siguiente paso será sumar otros 650 beneficiarios que podrán residir en cualquier región del estado.

Además de las familias, la asociación también ha establecido alianzas con entidades que pueden contribuir a mantener el proyecto en los próximos años.
 

Fonte: BdF Minas Gerais

Edición: Rafaella Dotta