Contrarrevolución

Muere Juanita Castro, hermana de Fidel Castro que formó parte de la CIA

La opositora del sistema socialista abandonó el país en 1964 luego de haber colaborado con EE.UU. en varias operaciones

Traducción: Isabela Gaia

Brasil de Fato | Havana (Cuba) |
Bajo el alias de "Donna", Juanita comenzó a trabajar con Tony Sforza, un agente de la CIA que se encontraba en Cuba desde 1959. - Archivo

Juanita Castro, hermana menor de los líderes cubanos Fidel y Raúl Castro, murió el 4 de diciembre, a los 90 años, en un hospital de Miami. La noticia la dio a conocer en un comunicado la periodista mexicana María Antonieta Collins, coautora de sus memorias.

"Esta es la noticia que nunca quise dar, pero que, como su portavoz en las últimas tres décadas de su vida tengo que comunicar. Hoy, a los 90 años de edad, se nos adelantó en el camino de la vida y la muerte Juanita Castro, mujer excepcional, luchadora incansable por la causa de su Cuba, que tanto amó", anunció Collins en su cuenta de Instagram.

El texto pidió privacidad, afirmando que "no habrá entrevistas y de acuerdo a su voluntad su funeral será privado. Les rogamos sus oraciones por el eterno descanso de su alma".

Juanita Castro fue la quinta de los siete hermanos Castro, hija del matrimonio de Lina Ruz González y Ángel Castro Argiz. 

Ferviente opositora del sistema socialista, abandonó el país en 1964 después de haber colaborado con la CIA en varias operaciones destinadas a derrocar al gobierno revolucionario. Luego de una breve estancia en México, se instaló en Miami, donde continuó sus actividades como opositora al sistema cubano.


Alejamiento 

El apellido de Juanita adquirió extraordinaria relevancia internacional en 1953. Ese año, un grupo de jóvenes liderados por su hermano Fidel llevó a cabo una acción armada contra la dictadura militar de Fulgencio Batista. Conocido como el asalto al cuartel Moncada, el intento de derrocar a Batista fracasó y la dictadura militar desató una sangrienta represión, ordenando la ejecución, sin juicio, de los combatientes que habían sido capturados.

Sin embargo, tanto Fidel como Raúl Castro –quien también había participado en la acción– lograron sobrevivir y, pocos días después, fueron detenidos. Inmediatamente, la figura de estos jóvenes, especialmente Fidel Castro, se hizo muy popular en la isla. Después de veintidós meses en prisión, como resultado de las grandes campañas por la liberación de los presos políticos que se extendieron por toda la isla, Fidel Castro y sus compañeros fueron liberados durante una amnistía general en mayo de 1955. 

Juanita Castro fue una de las personas que salieron a buscar a sus hermanos afuera del penal. Fidel y Raúl Castro se exiliaron en México, donde organizaron el movimiento contra el régimen de Batista. Durante el exilio, en esos primeros años, Juanita fue colaboradora de la actividad política de sus hermanos.

Sin embargo, surgieron diferencias políticas luego de la destitución de Batista, en 1959. Con el triunfo de la revolución se impuso una reforma agraria para distribuir la tierra entre los campesinos pobres de Cuba, uno de los sectores más empobrecidos de la isla. Se estima que, antes de la revolución, el 80% de la tierra cultivable pertenecía a grupos económicos extranjeros. 

La medida impulsada por el gobierno revolucionario afectó también a la familia Castro, que poseía más tierras de las que permitía la ley de reforma agraria. Fidel y Raúl insistieron en incluir la plantación familiar en su programa de reforma agraria. Mientras que su hermano Ramón Castro Ruz, quien administraba la propiedad, y Juanita se opusieron a la medida, que consideraron "autoritaria". A partir de ese momento, tanto Ramón como Juanita comenzaron a participar en grupos opuestos a la revolución. 

En junio de 1961, Juanita Castro comenzó a establecer vínculos con la CIA. El acercamiento se produjo dos meses después de la batalla de Playa Girón, donde alrededor de 1.500 exiliados y mercenarios, patrocinados por el gobierno estadounidense, intentaron invadir el país para derrocar al gobierno revolucionario. 

Bajo el alias "Donna", Juanita comenzó a trabajar con Tony Sforza, un agente de la CIA que se encontraba en Cuba desde 1959. El camino recorrido por Sforza lo convertiría en un personaje sangriento de la historia de América Latina. Según el periodista David Corn, años después, en 1970, Sforza viajó a Chile para trabajar con el general Roberto Viaux para derrocar a Salvador Allende.

Según cuenta la propia Juanita en sus memorias, ella aceptó colaborar con la agencia bajo dos condiciones: la primera es que no aceptaría ninguna retribución económica para ella; y la segunda, que no participaría en ningún asesinato. Una versión que mantuvo hasta las últimas entrevistas que concedió, aunque hasta el momento no hay más pruebas que su palabra. 

Sus años como "Donna" coinciden con los de la "Operación Mangosta", una operación inicial creada para afectar la economía cubana. En un período de alrededor de 14 meses se registraron 716 ataques de sabotaje contra objetivos económicos. El plan, diseñado por Edward Lansdale, tuvo como objetivo afectar la economía para generar una revuelta que facilitara el derrocamiento del gobierno cubano. 

Entre las tareas diarias durante estos años, "Donna" proporcionó información privilegiada –a la que tenía acceso por medio de círculos familiares y debido a su apellido– a través de una radio de onda corta. Además, brindó asistencia logística a grupos contrarrevolucionarios, muchos de los cuales se dedicaban a acciones violentas y terroristas, como atentados con bombas en espacios públicos.  

En 1964, luego de unirse al grupo opositor Acción Católica Cubana, su hermano Raúl Castro le mostró un archivo de inteligencia cubana que contenía algunas de sus actividades conspirativas. Juanita inmediatamente decidió abandonar la isla y, tras una breve estancia en México, se instaló en Miami, donde vivió el resto de su vida.

Su actividad política contra el sistema cubano continuó en las décadas siguientes. En 2009, publicó junto con la periodista mexicana María Antonieta Collins una memoria titulada "Fidel y Raúl, mis hermanos, la historia secreta". A pesar de la promesa mediática de su título, el libro no logró una amplia circulación entre el público ni atrajo la atención de los círculos que se oponen al sistema cubano. 

Este fue el único libro de contenido político publicado por María Antonieta Collins, quien escribió varios libros de autoayuda, como "Cómo lidiar con los ex" y "Porque quiero, porque puedo y porque me da la gana". 

"He sufrido más que el resto del exilio porque en ningún lado del estrecho de Florida me dan tregua y pocos son los que comprenden la paradoja de mi vida", afirma Juanita Castro en sus memorias. "Para los de Cuba soy una desertora porque me marché y denuncié al régimen instaurado. Para muchos en Miami soy persona 'non grata' por ser la hermana de Fidel y Raúl", explicó.

Durante sus últimos años, Juanita vivió en una casa en el barrio residencial de Coral Gables en el sur de Florida.

Edición: Thalita Pires