NUEVO INFORME

El cambio climático perjudica el crecimiento de Brasil, evaluó la OCDE

Los fenómenos extremos cuestan el 1,3% del PIB cada año.

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La OCDE destacó que la infraestructura del país es vulnerable a shocks climáticos. - Dênio Simões/MIDR

Los eventos extremos causados ​​por el cambio climático están dañando la infraestructura brasileña y comprometiendo el crecimiento del país, informó el pasado lunes 18 la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). En el informe "Estudos Econômicos da OCDE: Brasil, documento bianual com perspectivas para o país" (Estudios Económicos de la OCDE: Brasil, un documento bianual con perspectivas para el país, en traducción libre), la organización sugiere planificación en obras públicas, nuevas políticas urbanas y un mayor cumplimiento del Código Forestal.

"La infraestructura pública [de Brasil] es particularmente vulnerable a los shocks climáticos en medio de una rápida, no planificada y descontrolada urbanización", destacó la OCDE, organización formada por países que se comprometen con metas económicas, sociales, ambientales e institucionales y a la que Brasil está en proceso de adhesión. Según la organización, tanto las sequías como las inundaciones causan daños a la infraestructura brasileña.

"Las frecuentes sequías y el aumento de las temperaturas crearán desafíos para el suministro de energía, particularmente de fuentes hidroeléctricas", destaca el informe. En relación a las lluvias, la OCDE destaca que los deslizamientos de tierra y las inundaciones causan daños a las ciudades y al transporte. "Las inundaciones representan el 65% de los riesgos naturales [en Brasil], y los daños asociados a inundaciones y deslizamientos de tierra fueron responsables del 74% de las muertes relacionadas con desastres naturales entre 1991 y 2010", informa el documento.

La OCDE cita un estudio del Banco Mundial de 2021 según el cual el cambio climático cuesta cada año el 1,3% del Producto Interno Bruto (PIB, la suma de los bienes y servicios producidos) a las empresas del país. Según el informe, el 55% de las pérdidas afectan a las infraestructuras de transporte, el 44%, al suministro de energía y el 2%, al abastecimiento de agua. El informe destaca que la caída del nivel de los embalses hidroeléctricos entre 2013 y 2021 amenazó el suministro energético en un país donde dos tercios de la matriz energética están asociados a centrales hidroeléctricas.


Recomendaciones

El informe proporcionó una serie de recomendaciones para que Brasil enfrente el cambio climático. El primero se refiere a mejorar la planificación, la financiación y la ejecución de proyectos de infraestructura para considerar la resiliencia climática. Según la OCDE, los proyectos deberán contar con apoyo legislativo y presupuestario y rendiciones de cuenta claras que consideren los eventos climáticos extremos.

"Una cartera optimizada de activos de infraestructura tendría en cuenta un análisis de costo-beneficio, y algunos activos [emprendimientos] serían resilientes al clima, pero no necesariamente todos", aconseja el informe.

La OCDE también pidió revisiones de las políticas urbanas para evitar nuevas construcciones en zonas de riesgo y reducir el impacto del cambio climático. "Elaborar lineamientos para ayudar a los ayuntamientos a evaluar los riesgos climáticos e integrarlos en la planificación territorial y proporcionar mapas de riesgos y acceso a información climática a los ayuntamientos para que puedan llevar a cabo evaluaciones de peligros mejoraría la planificación urbana", destaca el documento. Asimismo, el informe pide una mayor inversión en transporte público para reducir la vulnerabilidad de la infraestructura de este sector.

En términos más generales, la OCDE pidió el desarrollo del mercado de carbono, con la mejora de los mecanismos de fijación de precios para las emisiones de dióxido de carbono, para reducir las emisiones. A través de este mercado, inversionistas de países desarrollados financian proyectos de recuperación forestal o de desarrollo socioambiental a cambio de emitir carbono en sus países de origen.

La organización también llamó a fortalecer el cumplimiento de la legislación contra la deforestación. "Un cumplimiento más estricto del Código Forestal, combinado con recursos más adecuados para las agencias reguladoras, ayudaría a reducir la deforestación", señaló.

Citando nuevamente estimaciones del Banco Mundial, la OCDE estima que las inversiones para adaptar la infraestructura al cambio climático costarán, en promedio, el 0,8% del PIB por año entre 2022 y 2030, variando según el tipo de infraestructura. El alto costo, señala el informe, se compensaría con menores pérdidas y con retornos económicos. "En el sector de infraestructura vial, una inversión del 1,2% del PIB mejoraría significativamente la resiliencia climática del 23% de las nuevas inversiones necesarias durante la próxima década. Además, evitaría pérdidas estimadas en el 2,5% del PIB", afirma el informe.