El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva sancionó la semana pasada la ley que establece la tributación de las offshores (inversiones o empresas en el exterior) y de los fondos exclusivos utilizados por los súper ricos. La nueva normativa fue publicada en el Boletín Oficial de la Unión (DOU) el pasado miércoles 13.
La medida es parte de un paquete de propuestas del gobierno brasileño que apuntan a alcanzar el objetivo de déficit cero de la Unión el próximo año. El texto fue aprobado por la Cámara y el Senado.
El proyecto prevé la creación o aumento de tipos aplicables a los fondos de inversión con un solo accionista (los llamados fondos exclusivos) o a las inversiones en offshores, empresas en el extranjero que invierten en el mercado financiero.
Según las estimaciones, para 2025, el gobierno podrá recaudar alrededor de 30 mil millones de reales (aprox. 6,1 mil millones USD) mediante el impuesto a las offshores y los fondos.
Con la nueva ley, las offshores tributarán una vez al año, el 31 de diciembre, a una tasa del 15%. La tributación de los fondos exclusivos se realizará dos veces al año, cada seis meses.
Según el gobierno, alrededor de 2.500 brasileños tienen inversiones en los llamados fondos exclusivos con un monto mínimo de 10 millones de reales (aprox. 2 millones USD).
