DERECHA

Con temas difusos y autoritarios, actos pro-Bolsonaro fueron menores que lo esperado

La convocatoria anunciaba “parar el país” de Norte a Sur, pero hubo menos participación que en actos por la educación

Brasil de Fato | São Paulo (SP) |
Manifestantes presionan al STF y al Congreso y exigen la aprobación de la reforma de las Pensiones y del paquete anticrimen de Sergio Moro
Manifestantes presionan al STF y al Congreso y exigen la aprobación de la reforma de las Pensiones y del paquete anticrimen de Sergio Moro - Nelson Almeida / AFP

Con temas difusos y matices de autoritarismo, manifestantes pro-Bolsonaro (PSL) salieron a las calles este domingo (26) para expresar su apoyo al presidente de la República. La convocatoria divulgada en redes sociales hablaba en “parar el país” con actos de Norte a Sur, pero los números divulgados son muy inferiores a lo esperado y al paro nacional del último día 15 en defensa de la educación pública, que movilizó a más de un millón de personas en todos los estados brasileños. En diversas capitales, la Policía Militar no informó el número de participantes de los actos del último domingo.

Los principales grupos derechistas brasileños, el Movimiento Brasil Libre (MBL) y "Ven a la Calle" [Vem pra Rua], que lideraron las protestas a favor del golpe contra la presidenta Dilma Rousseff (PT) y ayudaron a elegir a Bolsonaro, no comparecieron a las protestas del último domingo (26). También hubo poca adhesión de parlamentarios del Partido Social Liberal (PSL), partido de Bolsonaro, y de sus aliados políticos.  

Entre las reivindicaciones expresadas en la calle estaban la aprobación de la reforma de las Pensiones y del paquete anticrimen presentado por el Ministro de Justicia, el ex magistrado Sergio Moro. Las consignas más agresivas fueron direccionadas al Supremo Tribunal Federal (STF) y al llamado “Centro” o Centrão en portugués [aumentativo de centro], sector que reúne a partidos de centro derecha en el Congreso Nacional.

La organización de los actos del último domingo había informado que estaban agendadas manifestaciones en 350 municipios brasileños. Sin embargo, las protestas tuvieron lugar en cerca de 156 municipios, menos de la mitad a lo esperado. Durante las protestas en defensa de la educación pública el último día 15, hubo protestas en 222 ciudades brasileñas.

Según los manifestantes, el gobierno no es inapto o ineficiente como señalan cientistas políticos y especialistas desde el comienzo de su mandato en enero. Para aquellos que salieron a las calles el último domingo, Bolsonaro no logra revertir la crisis económica e institucional porque no hay armonía entre los poderes, que le imposibilita al gobierno efectivizar sus planes. A los gritos de “mito”, los partidarios del mandatario criticaron su vice, el general Hamilton Mourão y enaltecieron al filósofo Olavo de Carvalho, el “gurú del bolsonarismo”.

Olavo de Carvalho está en el centro de la crisis instaurada en el gobierno de Bolsonaro. El filósofo, que vive en EE. UU. frecuentemente critica a los militares que forman parte del gobierno, entre ellos, el vicepresidente de Brasil, por sus declaraciones que contrarían algunas decisiones más conservadoras por parte del presidente.

En Curitiba, capital de Paraná, manifestantes pro Bolsonaro arrancaron una pancarta colgada en la sede del edificio de la Universidad Federal de Paraná (UFPR) donde se leía “En defensa de la educación” para protestar contra el congelamiento en el presupuesto de las universidades federales.

La mayor protesta tuvo lugar en la Avenida Paulista, en São Paulo, principal centro financiero del país. Durante el acto, los manifestantes cantaron el himno nacional y atacaron al presidente de la Cámara de Diputados, el diputado federal Rodrigo Maia. Integrante del Partido Demócratas, Maia protagoniza disputas con Bolsonaro y también con el sector bolsonarista liderado por Olavo de Carvalho. Los partidarios del capitán retirado exigen celeridad para tramitar las propuestas del presidente y de su equipo económico.

En general, los manifestantes iban vestidos con camisetas de la selección nacional de fútbol. Otros iban vestidos con camisetas negras con el rostro del presidente estampado en blanco o con sus eslóganes, como “Brasil por encima de todo y Dios por encima de todos”.

También hubo algunos vestidos con el color verde oliva de los militares brasileños y con trajes alusivos a la Policía Militar. Oraciones, cruces y escapularios también estaban entre los accesorios que llevaban los ultraderechistas. Durante el evento, curas dieron un discurso en defensa de “la moral y las buenas costumbres”.

Edición: Daniel Giovanaz | Versión en español: Luiza Mançano