La extracción de recursos naturales no renovables para exportación podrá estar gravada en Brasil si se aprueba la reforma tributaria. La tributación de esta actividad, actualmente exenta, fue incluida en el dictamen del senador Eduardo Braga (MDB-PA), relator de la propuesta de reforma que se tramita en el Senado.
Braga presentó su dictamen el pasado miércoles 25. Se espera que el informe sea votado por la Comisión de Constitución y Justicia (CCJ) del Senado el 7 de noviembre. El presidente de la Cámara Alta, Rodrigo Pacheco (Partido Social Democrático - Minas Gerais), quiere votar la reforma hasta finales de noviembre.
El gobierno de Lula da Silva indicó que la reforma tributaria es una prioridad en su agenda económica para este año. La propuesta ha sido aprobada por la Cámara de Diputados. Para entrar en vigor, ahora debe pasar por el Senado y cualquier posible alteración debe aprobarse nuevamente por la Cámara.
Esta tributación sobre la extracción de recursos naturales, por ejemplo, no estaba prevista en el proyecto votado en la Cámara. Por lo tanto, sería necesario que los diputados evalúen la propuesta.
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Lo que quiere Braga es incluir la actividad en la lista de rubros gravados por el Impuesto Selectivo, que será creado por la reforma. Este impuesto, también llamado "impuesto al pecado", grava los productos que causan daños a la salud o al medio ambiente.
La reforma prevé la unificación de los tipos del impuesto al consumo. Básicamente, cada producto comprado en el país tendría alrededor del 30% de impuestos incluidos en su precio. Los cigarrillos y las bebidas alcohólicas, por ejemplo, tendrán un cargo extra por el Impuesto Selectivo. La tarifa no está definida.
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En el caso de las actividades de extracción de recursos naturales, Braga incluyó en su documento que la tributación será como máximo del 1%. Este porcentaje estaría incluso fijado en la Constitución, lo que dificulta su alteración una vez aprobado por el Congreso.
Braga dijo que una ley complementaria que se votará después de la reforma definirá exactamente qué actividades estarían sujetas a impuestos. "La extracción de litio es estratégica, por lo que no puede estar gravada", aclaró, recordando que el metal se utiliza en baterías de equipos e incluso en coches eléctricos. "Ahora, si hay un mineral que solo exportamos, que genera pocos empleos y no nos ofrece otras ganancias, ¿por qué no cobrar el 1% y tener esos recursos para hacer inversiones estratégicas para el país?"
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Actividad libre de impuestos
Según Marcelo Lettieri, auditor de la Receita Federal y director del Instituto Justicia Fiscal (IJF), hoy las exportaciones de productos primarios y semielaborados están libres de impuestos. Esto está previsto en la llamada Ley Kandir, en vigor desde 1996.
Para el auditor, esta tributación sería una "gran noticia".
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El economista Eric Gil Dantas, del Observatorio Social del Petróleo (OSP), también apoya la tributación. Para Dantas, la carga fiscal sobre la producción de materias primas en Brasil es baja. Esto le quita la capacidad al país de socializar los beneficios de la explotación de los recursos naturales.
"Se espera que los precios de estas commodities se mantengan muy altos durante los próximos años, lo que aumenta la necesidad de crear nuevos impuestos sobre ellas y mitigar los efectos generados por el alza de los precios de estas materias primas", dijo.
En febrero, el gobierno federal incluso instituyó un impuesto temporal a las exportaciones de petróleo. Sirvió para aliviar las pérdidas de ingresos resultantes del recorte del impuesto a los combustibles instituido por el ex presidente Jair Bolsonaro (PL) en vísperas de las elecciones. El impuesto temporal duró cuatro meses.
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"Pienso que los recursos naturales se exportan libres de cargas. Mientras persisten todos los problemas sociales y ambientales. Brasil necesita recursos para invertir en innovación y en el combate a la desigualdad”, dijo el senador Braga, al defender la tributación.
Distribución de ganancias
Según Braga, los recursos obtenidos del impuesto a los recursos naturales se distribuirían según las necesidades. "Serán destinados a las regiones más pobres, con un IDH [Índice de Desarrollo Humano] más bajo, con menos desarrollo", explicó.
El senador argumentó que el impuesto selectivo se recauda precisamente para estos fines. Explicó que la idea es compensar los efectos nocivos de la explotación. Hoy, sin este impuesto, lo único que le queda al Estado es frenar o prohibir esta actividad. Sin embargo, esto fomenta la clandestinidad.
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"En lugar de tener una política para compensar, simplemente lo prohibimos. Generamos una actividad marginal", afirmó.
El senador también destacó que lo que propone es una tributación tímida comparada con ejemplos internacionales. "Si nos fijamos en los ejemplos de la OCDE [Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos] y Noruega, son mucho más radicales. Estamos introduciendo algo pequeño para ver cómo lo valora la sociedad."
¿De qué se trata la reforma?
La reforma tributaria prevé cambios especialmente en los impuestos al consumo. Reemplaza los impuestos IPI, PIS, Cofins, ICMS e ISS por una Contribución sobre Bienes y Servicios (CBS), que será gestionada por la Unión, y un Impuesto sobre Bienes y Servicios (IBS), gestionado por estados y municipios.
Asimismo, la reforma prevé la creación de fondos para compensar a los estados y municipios que pierdan parte de sus ingresos durante el proceso de transición al nuevo sistema tributario.
Edición: Nadini Lopes e Rodrigo Durão Coelho
