BRASIL POS GOLPE

Dilma hace balance de retrocesos del gobierno golpista a dos años del impeachment

En universidad estadounidense, presidenta electa alerta sobre la creación de un campo fértil para la intolerancia

Brasil de Fato, en São Paulo |
Dilma Rousseff se despide de militantes al dejar el Palacio da Alvorada en 2016 después de impeachment
Dilma Rousseff se despide de militantes al dejar el Palacio da Alvorada en 2016 después de impeachment - Wilson Dias/Agencia Brasil

"Que Dios tenga misericordia de esta nación. Voto si". Era el 17 de abril de 2016 cuando el entonces presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha (Partido del Movimiento Democrático Brasileño, estado de Rio de Janeiro) –hoy preso por corrupción pasiva, lavado de dinero y evasión de divisas–, profería su voto a favor del proceso de impeachment de la presidenta Dilma Rousseff. Era su voto, y también una sentencia para el país.

El golpe que sacó a la presidenta Dilma del poder acarreó una serie de retrocesos en estos últimos dos años. La noche del lunes (16), la ex presidenta habló sobre este proceso ante alumnos y profesores de la Universidad de Berkeley, en California (Estados Unidos).

"¿El golpe es sólo un momento? No. Es un proceso. El golpe comienza con mi salida en 2016 y genera efectos sobre las demás instituciones. Vean ustedes que en las elecciones se aprueba un programa, y ese programa, que fue aprobado en mi elección, era la continuidad de la disminución de la desigualdad en Brasil, la ampliación del acceso a servicios como educación y salud, y los demás servicios que una población como la brasileña nunca tuvo, como luz eléctrica, agua y varios otros, pero sobre todo educación. Hicimos un esfuerzo enorme para que la población más pobre de Brasil, que, además de pobre, es predominantemente negra, pudiera tener acceso a estudios de calidad. Es obvio que no conseguimos resolver ese problema en 13 años, esa política tendría que ser continuada", afirmó para la audiencia de estudiantes y académicos.

Dilma dijo además que sufrió un golpe parlamentario, mediático, con apoyo del Poder Judicial y de parte del sistema financiero. “En una dictadura militar, la democracia es cortada de un hachazo. En este golpe de 2016, la democracia fue usurpada por hongos y parásitos que la corroen por dentro”, dijo. La ex presidenta recordó que fue durante el gobierno de Lula que se fortaleció al Ministerio Público y se dio inicio a las grandes investigaciones de corrupciones políticas. "Lo que nos lleva al cuadro siguiente: no se saca a un presidente que se sabe que es inocente por medio de un impeachment sin tener un objetivo político en mente."

La evaluación de Dilma, dos años después de la realización del golpe, confirma los análisis hechos en la época sobre lo que seria, y está siendo, el gobierno Temer: un período de sumisión diplomática a las potencias mundiales, fragilidad de las instituciones, retroceso del debate político y desmantelamiento del aparato estatal de promoción social –por el contrario, fueron aplicadas políticas en privilegio del sector privado y del capital, causando la profundización de las desigualdades y el aumento de la pobreza.

Recuerde los principales desdoblamientos del golpe desde 2016 en los reportajes de Brasil de Fato:

Impeachment significa vuelta al neoliberalismo, afirma economista

En entrevista de 15 de abril de 2016, dos días antes de la apertura del proceso del impeachment y de la separación temporal (que se volvió permanente en agosto de aquel año) del gobierno de Dilma, el economista Marcio Pochmann, ex presidente del Instituto de Investigación Económica Aplicada (IPEA) [2007-2012], autor de 40 libros, actualmente presidente de la Fundación Perseu Abramo y profesor titular del Instituto de Economía de la Universidad de Campinas alertaba:

"Se presenta básicamente la explicitación de una visión neoliberal, sin compromiso con el desarrollo, mucho menos con la perspectiva de construcción de una sociedad que apunte al bienestar social." Añadía además que queda clara la idea de que el pueblo ya no cabría en el presupuesto brasileño y que la agenda a a implantarse significaría recortar derechos y vaciar la noción de ciudadanía.

El golpe de los corruptos lleva Brasil al borde del caos

La votación de apertura del proceso de impeachment fue transmitida íntegramente en vivo por la TV Globo, a lo largo de una tarde entera de domingo. Los demócratas del país asistieron en shock a las justificaciones presentadas por los diputados para votar a favor del proceso: "por dios", "por la familia", "por mi región" e incluso saludando a generales de la dictadura (1964-1984). Nada sobre los argumentos legales del proceso, relativos a las llamadas "pedaleadas fiscales". El voto que decidió la apertura del proceso fue el de Bruno Araujo (Partido de la Socialdemocracia Brasileña - PSDB), que consta en la lista de coimas de la Odebrecht.

La elite brasileña entregó a Eduardo Cunha

El gran articulador del impeachment fue el entonces presidente del Congreso, Eduardo Cunha del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) de Rio de Janeiro, que tejió la mayoría en la Casa para la aprobación del impeachment a partir de una vendetta personal. Estando ya acusado de corrupción, el peemedebista reclamó el apoyo del PT para evitar el castigo y no lo consiguió; a partir de ahí, reunió a los descontentos y dio inicio a un bloqueo general contra las iniciativas del Ejecutivo en el Legislativo, agravando la situación económica del país, que ya venía mal. El conflicto escaló hasta el golpe, y, cumplida la tarea, el propio Cunha fue acusado, perdió el mandato y hoy está en la cárcel sentenciado a 15 años.

Temer monta Gabinete de corruptos

Menos de un mes después del derrocamiento de Dilma, Temer anuncia su primer gabinete, compuesto integralmente por hombres blancos –muchos de ellos envueltos en los mismos casos de corrupción que fueron imputados al PT y a sus representantes. Varios muy cercanos a Eduardo Cunha. En apenas un mes, tres de ellos debieron renunciar debido a las denuncias de corrupción.

STF autoriza investigación de cuentas bancarias de Temer

Denuncias contra Temer sobre recibir coimas y favorecer a agentes privados ya circulaban durante el impeachment de Dilma, y por dos veces el presidente fue blanco de denuncias del entonces Procurador General de la República, Rodrigo Janot – en ambos casos la investigación fue pospuesta, por votación en el Congreso, hasta que Temer deje el gobierno.

Las investigaciones, mientras tanto, siguen cerrando el cerco contra el presidente golpista, que será el primer mandatario brasileño en ejercicio que pierda el sigilo bancario de sus cuentas. Estas serán investigadas entre enero de 2013 y junio de 2017 debido a, supuestamente, haber favorecido a la empresa Rodrimar por la emisión del llamado Decreto de los Puertos, publicado en mayo del año pasado.

Temer presenta un plan de gobierno cargado de retrocesos

El primer "plan de gobierno" del golpismo fue presentado en 2015, en la época todavía como contribución del PMDB al gobierno del PT, con el título "Puente al Futuro". Se volvió la base para los anuncios siguientes del nuevo gobierno, una serie de medidas impopulares presentadas por Michel Temer a lo largo dos años siguientes. 

Artistas luchan para preservar el Ministerio de Cultura

El gobierno golpista atendió al llamado de las fuerzas conservadoras que lo sustentaron en las calles e intenta extinguir el Ministerio de Cultura y otras carteras creadas durante los gobiernos petistas. El MinC fue mantenido, pero otras carteras, como las secretarías especiales para la Igualdad Racial y los Derechos de las Mujeres perdieron estatus, estructura y presupuesto. En 2018, en vísperas de las elecciones y desesperado por una agenda populista, Temer invirtió el proceso y creó un ministerio, de Seguridad Pública.

Enmienda Constitucional del Techo de Gastos inviabiliza la educación pública en el país

La primera acción estructural del gobierno Temer fue aplicar la fórmula del nuevo equipo económico, liderada por Henrique Meirelles, con el objetivo de congelar las inversiones públicas por un plazo de 20 años. La medida fue enmendada en el texto constitucional, creando una figura inédita en el país: la obligatoriedad de la filosofía económica neoliberal por fuerza de ley, predeterminando opciones que deberían ser tomadas por los próximos cinco gobernantes electos. Sin posibilidades de inversión pública en salud ni educación por 20 años la privatización sucederá de facto. 

Reforma Laboral: ruin para el trabajador, peor para la economía nacional

Segundo gran tema en la agenda del gobierno Temer, la reforma laboral aprobada en 2017, retiró y flexibilizó derechos, y prácticamente extinguió la Justicia del Trabajo al decretar que los acuerdos entre trabajadores y patrones valen por encima de los derechos garantizados en la ley. Aliada a la reglamentación de la tercerización, la reforma inauguró un nuevo período en que el trabajo precarizado crece más que el formal, movimiento inverso al de los años de Lula y Dilma. 

Reforma de las Pensiones va a perjudicar la jubilación de 45 millones de personas

Dos veces, Temer dependió de votaciones en el Congreso para posponer investigaciones sobre denuncias de corrupción en su contra. Las negociaciones por los votos del "centrão" [conjunto de diputados de centro derecha y derecha que tradicionalmente conforman la mayoría en el Congreso] dejaron al gobierno sin munición para aprobar la Reforma de la Pensiones antes de 2018. No hay perspectiva de votación de la misma antes de las elecciones presidenciales, especialmente porque los diputados y senadores temen represalias en las urnas por votar medida tan impopular. Sin embargo, la propuesta sigue en el Congreso con apoyo ideológico de los parlamentarios que apoyaron el golpe. 

Intervención militar en la seguridad de Rio es una medida político-partidaria, afecta a los más pobres y no resuelve la violencia

Incapaz de concluir la implantación del paquete económico del golpe antes de las elecciones de este año, Temer buscó una pauta con atractivo mediático para servir de vitrina a su gobierno. Escogió la pauta de la seguridad pública, con el decreto de una intervención militar en Rio de Janeiro y la creación del Ministerio de Seguridad Pública.

Edición: Diego Sartorato